La jueza sustituta de Instrucción número 2 de Eivissa, María de los Ángeles Casanovas, ha condenado a un hombre de 34 años y de origen suizo a 20 meses de prisión y a una multa de casi 3.000 euros por drogar a una turista española e intentar abusar sexualmente de ella en un hotel de Platja d'en Bossa.

La pena quedó suspendida con la condición de que el acusado no cometa ningún otro delito en el plazo de dos años.

Los hechos ocurrieron el último fin de semana de junio en un hotel de Platja d'en Bossa, en el término municipal de Sant Josep. La denunciante, que disfrutaba de unas vacaciones en la isla, estaba con una amiga en una fiesta del establecimiento hotelero cuando conoció a otro turista y él le invitó a tomar una copa en su habitación. De repente, la joven se comenzó a sentir mal y, según la versión de la víctima, él intentó abusar de ella. Asimismo, aseguró que solo se había tomado una copa «a medias» con su amiga, que esperaba justo delante de la puerta de la habitación, por lo que estaba sobria. Además, la afectada sostuvo que, como el hombre intentó sobrepasarse (quiso besarla y le realizó tocamientos), ella le empujó, pero él le insistió para que se quedara en el lugar.

«Ánimo libidinoso»

Según recogen los hechos probados de la sentencia, dictada in voce por la jueza sustituta del juzgado de Instrucción número 2 de Eivissa, el acusado, «con ánimo libidinoso», invitó a la joven a una copa, dentro de la cual había metanfetamina. Esta droga le provocó a la turista «amnesia, alteraciones de la percepción tanto audiovisuales como auditivas, hiperactividad, exaltación, euforia, agresividad, estado disociativo, contracturas musculares y dolores articulares», por lo que el encausado, «aprovechando este estado le tocó el culo a la mujer, le intentó levantar el vestido y le cogió la cara para besarla varias veces, mientras ella le decía que no lo hiciera».

La joven consiguió zafarse del hombre, a quien golpeó para que le quitase las manos de encima, y escapar de la habitación con la ayuda de su amiga, quien, según recoge la denuncia interpuesta en el cuartel de la Guardia Civil de ses Païsses, presenció cómo el hombre intentaba retenerla.

La denuncia también describe que la joven sufrió «varios desmayos». Sin embargo, no sabía las causas ya que no fue consciente de que la bebida que le había ofrecido el denunciado contenía droga. Debido a la intoxicación por metanfetamina, la joven precisó asistencia sanitaria.

Posteriormente, la Guardia Civil detuvo al denunciado, de nacionalidad suiza, en el establecimiento hotelero donde se registraron los supuestos abusos sexuales, según informó entonces a este diario un portavoz de la Oficina Periférica de Comunicación de la Comandancia de Balears. El arrestado fue trasladado de los calabozos del cuartel de la Benemérita al juzgado de guardia para prestar declaración por estos presuntos abusos sexuales.

Acusación pública

Tras escuchar a ambas partes, el representante del Ministerio Fiscal formuló acusación contra el joven por abuso sexual, por el que solicitó dos años y seis meses de prisión, y por otro de lesiones leves, delito por el que pidió una pena de un mes de multa con una cuota diaria de 10 euros, así como 667 euros por los días de curación y otros 2.000 por las secuelas causadas.

Finalmente, ambas partes alcanzaron un acuerdo de conformidad con el Ministerio Fiscal y, en vez de celebrar un juicio rápido, la jueza sustituta instructora dictó sentencia in voce, por lo que ya es firme al comprometerse la denunciante y el representante legal de la defensa a no recurrirla.