Ni un euro fuera de Ibiza. Hoteleros y Consell de Ibiza coinciden en que todo el dinero recaudado en la isla mediante el impuesto de turismo sostenible se quede aquí y no tenga que pasar por Palma para ser distribuido. Los empresarios del sector así se lo pidieron al presidente de la institución insular, Vicent Marí, que es además conseller de Turismo, durante una reunión celebrada el pasado martes, según detalló ayer Ana Gordillo, presidenta de la Federación Hotelera pitiusa, tras la asamblea general de esta entidad celebrada en un alojamiento de lujo de es Canar. El presidente del Consell confirmó ayer a esta redacción que el martes mantuvo ante los hoteleros lo prometido durante la pasada campaña electoral: luchará para que toda la ecotasa se gestione desde la isla, sin que intervenga Mallorca.

Dado que el Govern sigue en manos del PSOE y de sus socios de Podemos, Més por Mallorca y Més por Menorca, Gordillo sabe que se ha desbaratado su pretensión de que se elimine la ecotasa: «Sabemos que nos quedan cuatro años más de impuesto turístico. Por lo tanto, lo que vamos a reivindicar a partir de ahora es que el dinero que se genera con la ecotasa se quede donde se recaude». Y eso, en el caso de Ibiza, es un dineral: según sus cálculos, en 2018 la isla recaudó 18,2 millones de euros, si bien «sólo llegan aquí 8,8 millones». Esos casi 10 millones que se volatilizan a su paso por Mallorca son la razón de que exijan que «sea cada isla la que decida en qué se va a gastar o invertir».

«Sabemos -admitió Gordillo- que es difícil, pero siempre pediremos que se retire, pues lo consideramos discriminatorio e injusto, además de restarnos competitividad». E insiste en que «los hoteleros no pueden hacer de recaudadores de Hacienda» y en que no es lógico que lo paguen únicamente «los turistas que apuestan por la oferta reglada».

Menorca, favorecida

Menorca, favorecida

Además, Gordillo denuncia cómo se reparte: «En Menorca recaudan 10,2 millones, pero les llegan nueve millones. De lo recaudado en Balears, el 15% procede de Ibiza y el 8,3% de Menorca. Pero a los menorquines les llega en inversiones un 15,3% del total».

No fue el único asunto que trataron el martes con Vicent Marí: «Le hablamos del problema que tenemos a diario con la oferta ilegal. Nos informó de que creará una oficina contra el intrusismo y de que ahora mismo hay cinco inspectores que se van a dedicar a combatir esa oferta ilegal». ¿Son suficientes? «Si esos cinco técnicos se dedicaran sólo y exclusivamente a ese tema, a lo mejor serían suficientes», afirmó la presidenta de los hoteleros.

Además, la Federación planteó al presidente del Consell «colaborar en el rastreo de los anuncios [de viviendas turísticas ilegales] que se hacen en plataformas» como Airbnb. Gordillo salió satisfecha de esa reunión porque «desde el Consell parecen conscientes de este problema y de que hay que pararlo».

Respecto a la temporada, la presidenta de los hoteleros repitió el mantra de los últimos meses: como ahora se vende casi todo a través de las agencias de viajes on line (OTAs como Booking y Experia), en detrimento de los turoperadores convencionales, es difícil vaticinar cómo será «a un mes vista». «Esperemos que vaya bien. No va mal, pues se está vendiendo a última hora», señaló. Para agosto reconoció que «hay disponibilidad, lo cual no quiere decir que no se acabe vendiendo. Ahora todo funciona de otra manera. La gente reserva cada vez con menos antelación y se espera a las ofertas de última hora. Es algo con lo que se tiene que convivir. Hay que adaptarse. Es lo que hay».

Tienen la misma sensación que el año pasado: «Incertidumbre. Julio va bien. Hay disponibilidad en agosto, pero pensamos venderla. Hasta que no pase ese mes no lo sabremos». No obstante recordó que en junio «mejoró un 0,6%» la ocupación: «Lo cual no es nada significativo. Vemos que nuestro destino se está consolidando, de ahí que haya tan pocas variaciones. No siempre vamos a estar batiendo récords como en 2016 o 2017».