España tiene el récord de ser el país europeo que más pajitas usa por habitante y año. En nuestro país se tiran todos los días más de 13 millones. Un objeto cotidiano, con unos pocos minutos de uso y que puede tardar hasta 500 años en descomponerse en el medio ambiente. Una de las alternativas para dejar de consumir este material son las biodegradables. En Ibiza, cada vez son más las empresas que se decantan por esta opción. «Nosotros tenemos pajitas de cartón y de bambú. Nuestros clientes lo valoran mucho y además las exigen», cuenta René Hoeltschl, director general del hotel ME Ibiza de Santa Eulària.

Las hay de un solo uso; que pueden ser de cartón, papel, de fécula de maíz o de azúcar de caña (estas dos últimas se disuelven en pocos minutos hasta desaparecer) y reutilizables, de metal o bambú. Otra propuesta, una de las más originales, es utilizar pasta (macarrones o espaguetis) como sustituto de la controvertida pajita de plástico.

Un hábito destructivo

Empresas de la isla, como Ecovissa, proveedora de material alternativo al plástico, o Marina Ibiza animan al resto de negocios a suprimir todo el plástico de un solo uso. «Queremos convencer a todas los locales de restauración del puerto deportivo para que sustituyan las pajitas de plástico por las biodegradables o reutilizables», informan desde Marina Ibiza.

«Nos gustaría que todos los bares, restaurantes y hoteles de la isla dejaran de utilizar cañitas. Su uso es un hábito que está destruyendo el medio ambiente», exige Karin Isken, fundadora de Ecovissa.

En la costa oeste de Ibiza flotan 4.576.115 microplásticos por kilómetro cuadrado y la principal causa de muerte del virot (pardela balear, una especie de ave marina en peligro de extinción) es la ingesta de plásticos. Estas son algunas de las razones por las que las empresas del sector de la restauración de la isla han decidido cambiar sus hábitos en lo referente al plástico de un solo uso.

«Desde el año pasado estamos intentando reducir el uso de plástico y reciclar de manera consciente, sabiendo que los desechos terminan en un contenedor de clasificación de residuos», explica una empleada de Trasmapi. «Al principio fue muy complicado. No podíamos reciclar todos los desechos que generábamos y tuvimos que pedir contenedores de reciclaje porque en el puerto no había. En ese momento nos dimos cuenta de que debíamos suprimir el uso de algunos materiales y decidimos utilizar pajitas biodegradables. Nuestros vasos son de cartón y el agua viene en cajas», concluye Nuria.

Otros establecimientos están intentando eliminar por completo los plásticos de un solo uso. «Estamos muy concienciados con el cambio climático y estamos haciendo bastantes cambios en el hotel. Las pajitas forman parte de ellos, ahora son biodegradables, hechas de caña de maíz, tras unos minutos expuestas al calor desaparecen», cuenta la responsable de Marketing del hotel One Ibiza Suites. En el restaurante Calma Ibiza comenzaron a utilizar pajitas biodegradables el verano pasado, «desde que la campaña contra el plástico de un solo uso es más fuerte», aclara la encargada des restaurante.

«Yo no entiendo por qué hay que utilizar pajitas, es una contaminación innecesaria», protesta John, un cliente de Nueva York que se aloja del hotel One Ibiza Suites mientras saca el objeto de su bebida. Desde el movimiento Plastic Free opinan que la mejor opción es «eliminar este artículo» porque «la sustitución de un plástico de un solo uso por otro material similar genera basura y otros problemas igual de graves». «Si todos utilizáramos pajitas de cartón nos quedaríamos sin árboles. Debemos suprimir los plásticos de un solo uso» afirma Myrto Pispini, coordinadora de la plataforma.