El mes de junio se despide de Ibiza con un trágico rastro de muerte en carretera y varias caídas graves en hoteles, en episodios ya clásicos de balconing, y un fallecido tras caer desde 40 metros de altura en un acantilado de Cala Llenya. Pocos días atrás, el mes de mayo tampoco se quedó corto: más caídas, algunas muy graves, y más muerte, en este caso por drogas. Un año más, en el principio de la temporada, el sucio negocio del turismo de borrachera se cobra su peaje en sangre.

Para negocios sucios, los de dos cínicos okupas que, tras ser detenidos por la Policía Nacional por delitos de extorsión, estafa y coacciones, ya están de nuevo en libertad y, al parecer, sin intenciones de poner fin al negocio. Alquilaban las casas que okupaban, y para colmo se anuncian en las redes con aires de Robin Hood: «Toda persona de verda madres con hijos que nadie tiene ni corazon ni alma para alquilarle una casa que me escriba a mi correo tengo dinero para reventar la isla basta ya de corrupción [ sic]».

Además, junio ha sido el mes en el que, un año más, los grupos organizados de taxistas piratas ya funcionan a pleno rendimiento y despliegan su polifacético talento: transporte ilegal, tráfico de drogas, prostitución y vinculación con grupos criminales dedicados a los robos.

Este año, como siempre, los motoristas, seguidos de los peatones, son las víctimas por antonomasia de las saturadas carreteras del verano y de la mala educación de los conductores.

Junio ha dejado dos motoristas muertos. El primero, de 26 años de edad, falleció el día 20 sobre las cuatro de la tarde en un accidente de tráfico en la carretera que une Sant Rafel con Santa Gertrudis, cerca de la rotonda del hipódromo. Según los primeros indicios, el joven había adelantado a varios vehículos hasta que chocó con un todoterreno. El personal médico del servicio del 061 que acudió al lugar del accidente no pudo hacer nada por el joven, que murió prácticamente en el acto.

Tres días después murió un turista francés de 34 años de edad en la avenida Sant Agustí, a la altura del número 189, en Cala de Bou. El suceso tuvo lugar sobre las 20.50 horas, aproximadamente. El motorista se salió de la calzada y se dio un golpe contra un muro, según el Ayuntamiento de Sant Josep. El día 25, un hombre de 33 años que conducía una moto resultó herido de carácter muy grave tras colisionar contra un coche en la carretera del aeropuerto, a la altura de la salida hacia Platja d'en Bossa. El accidente se produjo sobre la una de la madrugada cuando la moto y el coche chocaron por alcance. El conductor del coche, brasileño de 23 años, fue arrestado por abandonar el lugar del accidente y por un delito de lesiones.

Este año han fallecido ya cinco personas en accidentes de tráfico en las carreteras de Ibiza (4) y Formentera (1). De los cinco, cuatro eran motoristas. El quinto era un joven peatón de tan solo 14 años de edad que murió arrollado por una conductora cuando cruzaba la carretera de Santa Eulària, que es la vía de la isla en la que más accidentes de tráfico se producen. El año pasado fallecieron quince personas en accidentes de tráfico en las Pitiüses. Nueve de los estos quince fallecidos en 2018 iban en moto.

El día 14, un hombre de 29 años de edad resultó herido muy grave por el fuerte golpe que se dio contra el suelo cuando intentó lanzarse, desde un primer piso, a la piscina del hotel en el que se alojaba, en lo que se conoce como episodio clásico de balconing, aunque en esta ocasión la víctima no es británico sino belga. El suceso se produjo poco después de las cuatro y media de la madrugada en el edificio de apartamentos turísticos Arlanza, situado en la calle Antonio Machado de Platja d'en Bossa, en Sant Josep.

Muerte en Cala Llenya

El día 25, en los acantilados de Cala Llonga, los especialistas del Grupo de Rescate Vertical (GRV) de los bomberos rescataron el cuerpo sin vida de un hombre de unos 50 años de edad, en el municipio de Santa Eulària. Tuvieron que trabajar varias horas para rescatar el cuerpo. Fue necesario anclar varias cuerdas para crear un sistema de poleas sobre el que instalar una tirolina y, de esta forma, sacar el cadáver del lugar. Los agentes de la policía judicial de la Guardia Civil de Eivissa investigan el caso.

Poco antes de que comenzara junio, el 25 de mayo, un grupo de turistas británicos que estaban en la isla de despedida de soltero o algo similar encontraron en su habitación de los apartamentos Central Park el cadáver de uno de sus compañeros. Todo apunta a que la causa de la muerte podría estar relacionada con el consumo de sustancias estupefacientes y alcohol. Tenía 33 años.

A principios de mes regresó a casa, en el Reino Unido, en avión ambulancia el jugador inglés de rugby Jansin Turgut después de salir del coma en la Policlínica del Rosario. Turgut cayó desde tres pisos de altura en el parking del aeropuerto de Ibiza el pasado 20 de mayo.