La candidata del PSOE a presidir de nuevo el Govern balear, Francina Armengol, resaltó ayer, en el discurso de la primera jornada del debate de investidura en el Parlament, que para «fortalecer el liderazgo turístico» de las islas hay que «dar un paso más». Pidió «unidad» en torno a «una estrategia que ponga límite al turismo de excesos y que permita aumentar la rentabilidad sin consumir más territorio».

Se refirió también al turismo de cruceros: «Tenemos que definir hasta qué punto el actual modelo encaja en nuestros objetivos. Y fijar un techo que sea sostenible social y económicamente. Hay que ser valientes». Resaltó que hay que tener «determinación» con inversiones públicas en zonas turísticas maduras aunque no concretó en cuáles y no obvió la importancia de «mitigar las incomodidades inherentes a la llegada de millones de personas cada año», y que el turismo sea «compatible con la calidad de vida de los residentes».

En un discurso de casi una hora, la aspirante a la presidencia del Govern expuso en torno a «seis retos» (diversificar la economía; modernizar las administraciones; mejorar la educación, la sanidad y los servicios sociales; el acceso a la vivienda y, el «más importante de todos», luchar contra el cambio climático), la acción política que proyecta desarrollar en los próximos cuatro años, al tiempo que subrayó «la oportunidad histórica» de que por primera vez un gobierno progresista tendrá continuidad en Balears.El desafío de la vivienda

El desafío de la vivienda

Armengol recordó que el acceso a la vivienda es un derecho Constitucional y que éste es «el desafío que más afecta ahora a la vida de las personas». «Después de haber salido de la parálisis previa y haber puesto la maquinaria en marcha», la candidata a la presidencia de la Comunitat Autònoma dijo que ha llegado el momento de ejecutar «centenares de viviendas de protección oficial» proyectadas en Ibiza y Formentera, al tiempo que destacó que, gracias a la Ley de Vivienda, se han detectado «más de mil pisos vacíos en manos, básicamente, de bancos y de fondos de inversión, que saldrán al mercado en régimen de alquiler social».

Sin embargo, «no es suficiente y hay que correr más», recalcó Armengol,que anunció que «en los próximos meses» se aprobarán «medidas extraordinarias», aunque no concretó más, salvo la creación de «un observatorio que permita radiografiar el mercado inmobiliario barrio a barrio, pueblo a pueblo, para actuar con un objetivo: que los precios se adapten a la capacidad económica de los ciudadanos que viven en estas zonas».

En clave insular, la líder socialista en Balears resaltó «la responsabilidad» de su Ejecutivo de «reducir las listas de espera y acercar los pacientes de Formentera, Ibiza y Menorca», y el proyecto de reconversión del viejo hospital Can Misses en un centro sociosanitario. También recordó el proyecto de la escuela de hostelería de Ibiza, previsto en los terrenos del antiguo cuartel militar de sa Coma, y se comprometió a «la mejora de la oferta formativa de Formentera».

Otro de los retos que apuntó fue el del transporte público de las islas. En este punto, Armengol avanzó que se «analizarán las necesidades específicas de Ibiza» en las rutas aéreas, al tiempo que garantizó, sin dar detalles de cómo lo hará, que se mejorará el servicio de transporte terrestre de Ibiza, Formentera y Menorca, que, a diferencia de Mallorca, compete a los consells. «Ha llegado la hora de integrar las tarifas del transporte público en las cuatro islas y extenderlo al transporte marítimo», dijo. Asimismo, la presidenta en funciones destacó el acuerdo adoptado con Gent per Formentera para dotar con «más frecuencias» los enlaces marítimos entre las Pitiusas.

Al hablar de cultura y patrimonio, Armengol reafirmó el compromiso del Govern con los proyectos de la casa de la música de Vila y el museo de Formentera, mientras que en el apartado de Medio Ambiente, la socialista se comprometió a «avanzar en la mejora de la gestión del Parque Natural de ses Salines», sin dar más detalles.