Al contrario de lo que ocurre en el resto de España, en el aeropuerto de Ibiza son los pasajeros españoles, y no los británicos, los que más conflictos han generado en un vuelo que despegase de la isla.

Según datos aportados por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), el pasado año los sucesos protagonizados por pasajeros conflictivos que tuvieron lugar en Ibiza y fueron denunciados ante la agencia fueron cuatro. Tres de los viajeros denunciados fueron españoles y uno, italiano. La cifra es superior a la registrada en 2017 (cuando fueron dos pasajeros "disruptivos" denunciados), pero inferior a la de 2016, cuando fueron seis.

Desde AESA explican a Diario de Ibiza que, a pesar de que los conflictos en los aviones que despegan del aeropuerto de es Codolar son más de los que aparecen en sus estadísticas, hay que tener en cuenta que éstas solo reflejan los altercados que han sido denunciados ante la propia agencia por la Guardia Civil, algún pasajero o la propia compañía aérea.

La Agencia Estatal de Seguridad Aérea es la encargada en España de imponer las multas, que pueden llegar hasta los 5.000 euros, por una actitud conflictiva en un vuelo. Aparte de esta sanción económica, si en el avión ha habido algún acto violento o la actitud de un pasajero ha obligado a desviar el vuelo, puede haber un juicio penal y la compañía puede obligar a ese pasajero a abonar los gastos derivados del desvío, que van desde los 10.000 a los 90.000 euros.

Desde 2017 hasta el primer trimestre de 2019, AESA ha sancionado a 729 personas por un importe total de 580.300 euros (la media de la multa es de 800 euros por pasajero conflictivo).

Tal y como informan fuentes de AESA a Diario de Ibiza, "cada país dispone de su propia legislación y sanciones, y se aplica la ley del lugar de donde haya despegado el vuelo". En Gran Bretaña las multas por un comportamiento inapropiado oscilan entre las 5.000 y las 80.000 libras (entre 5.500 y 90.000 euros) y pueden ir acompañadas de hasta cinco años de cárcel, ya que algunas de estas sanciones se tramitan por la vía penal.Datos nacionales

Datos nacionalesLa agencia de seguridad aérea recibió el año pasado un total de 862 notificaciones de incidentes relacionados con pasajeros en todos los aeropuertos españoles.

Los británicos obtuvieron la medalla de oro de los disturbios a bordo con 264 incidencias, seguidos de los españoles, con 203, y alemanes, con 61.

Los siguientes en la lista de la vergüenza fueron los italianos, con 32 notificaciones, y los irlandeses con 30.

Este año los turistas británicos han estado involucrados en una serie de incidentes a bordo de aviones que se dirigían a España, que acabaron con detenciones por parte de la policía. Los infractores rara vez son arrestados y normalmente son despachados con una multa enviada a sus hogares en el Reino Unido.

Un ejemplo reciente de mal comportamiento se produjo el viernes pasado, cuando agentes de la Guardia Civil de Ibiza tuvieron que subir a un avión de EasyJet procedente de Londres Stansted, después de que un grupo de turistas causara problemas. En el transcurso del vuelo, varios pasajeros comenzaron a agredir verbalmente a la tripulación.

En agosto del año pasado, un avión de Ryanair que volaba de Manchester a Ibiza tuvo que regresar al aeropuerto de origen por culpa de una pasajera borracha y cuando el avión aterrizó nuevamente en Inglaterra la mujer fue arrestada, por lo que presumiblemente se enfrentará a una multa de miles de euros.

En julio de 2017, la policía de Ibiza tuvo que intervenir en un vuelo procedente de Belfast, deteniendo a dos de sus pasajeros "por haber generado problemas en el trayecto".

Los casos de este tipo son muchos y, generalmente, los protagonistas "acaban siendo sancionados -explican desde la AESA- pero siempre después de una investigación y una denuncia interpuesta".