La denuncia falsa de un joven británico para que un hotel de Mallorca le pagara sus excesos, después de romperse varios huesos haciendo 'balconing', fue rápidamente descubierto. Un vídeo le delató al mostrarle cómo se lanzaba desde una barandilla con la idea de aterrizar sobre unos árboles. En su lugar se estrelló contra el suelo y se fracturó la clavícula y varias costillas.

Los hechos ocurrieron el pasado lunes en un hotel de Magaluf, el núcleo por excelencia del turismo más desenfrenado. Un joven británico tuvo la ocurrencia de subirse a una barandilla con la supuesta intención de aterrizar sobre la diminuta copa de unos árboles. Como era de prever, no alcanzó su objetivo. En su lugar su cuerpo impactó violentamente contra el suelo y se fracturó varios huesos.

A partir de ese instante, el turista maquinó un plan para intentar que el establecimiento hotelero corriera con los gastos de sus desmanes. El joven argumentó que la causa de sus fracturas era una caída como consecuencia de un infortunado resbalón en la zona de la piscina.

Por este motivo, el joven británico trató de hacer responsable al hotel de su supuesta caída accidental en la zona de la piscina. En virtud de esta reclamación trataba de que el establecimiento hotelero costera su atención sanitaria.

Sin embargo, su intento de estafa ha tenido un corto recorrido. La dirección del hotel de Magaluf puso los hechos denunciados en la reclamación en manos de una aseguradora. Esta, a su vez, inició una investigación para tratar de verificar la verosimilitud del relato expuesto por el turista.

Los investigadores no tuvieron que indagar demasiado antes de comprobar la rotunda falsedad de la denuncia formulada por el joven extranjero. Un vídeo había sido colgado en las redes sociales en el que aparecía el turista británico.

El huésped del hotel tuvo la ocurrencia de subirse a lo alto de una barandilla de un primer piso. Después de unos instantes de vacilación, se lanza al vacío con la supuesta intención de que la copa del pequeño árbol amortigüe su caída. Nada más lejos de la realidad. El joven se cuela entre las ramas antes precipitarse contra el suelo.

A continuación, el joven queda dolorido y se revuelve en el césped. El violento impacto le causó la fractura de la clavícula y de, al menos, una costilla. El tratamiento médico que precisan sus lesiones es muy caro. Por tanto, lo que intenta es que el hotel asuma el importe de la cuenta.

Denuncias falsas

El montante del tratamiento médico que precisa es demoledor. La factura asciende a 37.000 euros. Mientras, el turista recibe la noticia de que el hotel no costea el balconing. Además de romperse varios huesos, sus bolsillos se resentirán notoriamente con el desembolso para costear sus imprudencias.

Las denuncias de muchos turistas, eminentemente británicos, sobre las supuestas reacciones alérgicas o diarreas motivadas por el consumo de alimentos habían conseguido desvalijar las arcas de muchos establecimientos hoteleros de Mallorca. Tras una investigación, se demostró que se trataba de un fraude organizado. Este joven británico ha intentado reeditar la estafa para costear sus desmanes con el balconing. Su éxito ha sido completamente nulo.

Oleada de jóvenes precipitados

El comienzo de la temporada alta viene ligado trágicamente año tras año en Baleares a la proliferación de los casos de 'balconing'. Buena prueba de ello es que en los primeros días del mes de junio numerosos jóvenes se han precipitado en Mallorca y en Ibiza. También se ha registrado la primera muerte del año. Magaluf es el epicentro de esta práctica desmadrada. En el mejor de los casos, la caída solo ocasiona fracturas de las que se podrán recuperar. En el peor: la muerte. En tres días consecutivos hubo precipitados en Mallorca con desigual resultado. También los primeros casos en Ibiza.