Es «la cosificación total de la mujer», según Médicos del Mundo. Escortadvisor es el Tripadvisor de la prostitución, un espacio en el que los puteros ponen nota por los servicios sexuales recibidos mediante estrellas (cinco es el máximo) y que, como en la web que puntúa a los alojamientos turísticos, incluye opiniones. La primera plataforma de estas características de España -en la que las prostitutas (o quizás sus proxenetas) pagan para promocionarse- también contiene los números de teléfono, descripción e imágenes de nueve mujeres de Ibiza. Pese al tamaño de la isla, hay más anunciantes que en Palma (siete) y Manacor (una). En Ciutadella (Menorca) hay una, en Petra, otra.

Lo de escort no deja de ser un eufemismo que se convierte en un claro «Putas y Escort Ibiza» en cuanto se busca en esa web por zonas geográficas. Como si fuera un supermercado, el putero tiene donde elegir e, incluso, puede filtrar por gustos: «oral sin» [preservativo], «terminar en boca», «terminar en los senos», «griego», «dos chicas», «69», «orgasmo múltiple» o pubis «rapado, natural o parcialmente afeitado». Hay más categorías, como el tamaño del cuerpo (flaca, media, atlética o «hermosa mujer gruesa»), de los pechos (pequeño, medio, grande, enorme), la edad (de 18 a 45 años, más no), la nacionalidad (siete: colombiana, venezolana, española, rusa, boliviana, cubana o paraguaya) y el color de ojos.

«No es relojera»

Los clientes conocen cuánto les pueden cobrar y, en el caso de incluir la opinión de un usuario, cómo fue el contacto. «Buen culo duro, y las tetas grandes bien operadas; de cara es muy bonita, es muy simpática; su servicio es muy bueno, se ve que le gusta lo que hace, chupártela toda; francés natural, no griego», comenta un madrileño sobre una «chica que se merece un 10». Le convenció porque «no es relojera», es decir, no le metía prisa, y porque su piso era «muy limpio». «Repito y recomiendo», subraya.

Desde hace años existen numerosos foros sobre prostitución en la red en los que los clientes valoran y califican a las meretrices, pero este es el primero que las muestra como mercancía y, además, en el que para estar presente hay que pagar una cuota mensual. La página se jacta de que gracias a ella «ha cambiado para siempre el método de escoger». Y ello gracias a las opiniones de los usuarios: «Cuando se encuentra una puta, tienes el derecho fundamental de hablar con otras personas de la experiencia vivida», se indica en su sección 'Qué es EA'. «Como creemos -añaden- que la libertad de expresión es muy importante, no decidimos a la ligera la decisión de no publicar una opinión. Sería mucho más fácil eliminar las opiniones que las putas consideran que es una real amenaza, pero esto iría en contra de lo que representan nuestras ideas, y que se fomentan en el derecho de los usuarios honestos de compartir las propias experiencias».

«Puede dar pie a chantajes»

En ese breve texto, en el que en ningún momento se menciona la palabra mujer pero puta aparece en ocho ocasiones, Escortadvisor admite que ha habido ocasiones en las que «personas sin vergüenza» incluyeron «opiniones positivas falsas», para favorecerlas, u «opiniones negativas falsas para que perdieran clientes». Como en Tripadvisor, solo que en vez de negocios son personas. «Este sistema puede provocar abusos. Puede dar pie a un potencial chantaje: si no haces lo que yo quiero, te pondré un mal comentario», advierte Belén Matesanz, coordinadora de Médicos del Mundo en Balears.

«Te da un repaso de escándalo. Se implica al 1.000%, es una pasada; puedes hacer con ella lo que te da la gana ya que siempre tienes un sí como respuesta», indica un barcelonés sobre otra de las mujeres de Eivissa. Porque muchos usan esta web como recurso cuando están de viaje. O de vacaciones, como otro usuario que con su opinión deja claro lo que significa para él la prostituta a la que pagó: «Una auténtica chica top brasileña para descargar tensiones, buenas curvas brasileñas y buena mamada viendo el mundial. Increíble chica».

En el caso de Ibiza no hay gigolós o masajes que se promocionen en la web, pero sí hay un transexual que además se publicita como prostituta: «Realmente lo que tiene ahí abajo es un cuerno; yo activo, le follé la boca, el culo, la dejé gozando pa allí [...] falló que simpática, no mucho, ni limpia, pero nadie es perfecto», comenta un navarro en el perfil de esa mujer.

«Por principios morales me fui»

Los puteros las puntúan por sus servicios: excepcional, muy bueno, aceptable, mediocre o inaceptable. Un madrileño recurre a su supuesta moralidad para explicar por qué calificó como «inaceptable» a una de esas nueve ibicencas: «En vez de ver a esta pedazo rubia [de la imagen que aparece en Escortadvisor], me encuentro a una jovencita morena, nada que ver con la chica de la foto, pero la chica no estaba mal, pero por principios morales me fui». Otro catalán tachó de «inaceptable» a otra mujer porque no era la que aparecía en la imagen de su anuncio.

La mayoría de las ibicencas que aparecen en esa plataforma cobran de 50 a 100 euros por servicio (alguna, menos de 50 euros), pero hay un par que se cotizan más, hasta 200 euros: «La chica es preciosa -opina un barcelonés sobre una de ellas-, la experiencia ha sido increíble, he disfrutado muchísimo; lo mejor es ella y lo peor es el precio, pero lo bueno se paga».

Como si fuera un solomillo de ternera, que siempre es mejor, pero más caro, que un filete de lomo embuchado. Pura casquería. De su cosificación da cuenta otro comentario que aparece sobre otra mujer (no sobre las prestaciones de una moto) de Ibiza: «[Acepta] todo tipo de posiciones; es bajita, por lo cual muy manejable».