El estado de las aguas de las playas ibicencas es globalmente bueno, pero cada vez menos, según los informes oficiales del Ministerio de Sanidad. Si bien la gran mayoría de ellas sigue obteniendo una calificación de 'excelente' desde el punto de vista sanitario, esas notas son el resultado de un promedio general de las sucesivas muestras obtenidas a lo largo del verano. Cuando se analizan los datos de forma más pormenorizada, se observa que hay muchas playas que, pese a haber obtenido la máxima nota, sufren vertidos contaminantes, aunque sea de forma ocasional, que convierten esas aguas en «no aptas para el baño» temporalmente.

Esto es lo que sucedió, por ejemplo, el día 17 de septiembre de 2018, cuando los técnicos de la conselleria de Salud hicieron una de sus habituales visitas para recoger muestras de agua en las 41 playas que se analizan todos los años en la isla de Ibiza. En esa jornada, 10 de las 41 playas (el 24,4%) arrojaron unos resultados de coliformes (e.coli) y enterococos (bacterias asociadas habitualmente a vertidos fecales) superiores a las aconsejadas para el baño.

En el Sistema de Información Nacional de Aguas de Baño del Ministerio de Salud, donde se observan los resultados de todas y cada una de las muestras obtenidas en todas las playas de España, se aprecia que el mes de septiembre de 2018 experimentó un notable aumento en el número de playas «no aptas para el baño» con relación a las así calificadas en septiembre de 2017 y 2016, los dos únicos años que se pueden consultar con tanto detalle.

En cada uno de estos diez casos se explica que se desaconsejaba el baño por «posible contaminación microbiológica de corta duración». En los análisis anteriores de ese mismo verano de 2018 estas diez playas aparecían como aptas para el baño, salvo en el caso de ses Figueretes, que apareció como «no apta» en los muestreos del 28 de agosto y del 3 de septiembre, e incluso Cala Bassa, que el 28 de agosto también aparece como «no apta para el baño» por sus elevados contenidos en materia fecal.

Entre estas diez playas no se incluye la Sant Antoni (junto a la de s'Arenal) que ya viene calificada inicialmente con un 'Insuficiente' de forma global, pues el promedio de las muestras del verano revela su mala calidad habitual.

Aparte del caso de Cala Bassa, llama también la atención el caso de la playa de la desembocadura del río de Santa Eulària. Allí, la muestra tomada el 17 de septiembre arrojó una cantidad de 1.664 coliformes, cuando la normativa fija el tope en 500 para considerar las aguas aptas para el baño. Pese a ello, esta playa obtiene un 'Excelente', al tener en cuenta el promedio de muestreos de todo el verano (nueve o diez cada temporada).

Algo parecido sucede en Cala Llonga, otra playa con nota 'Excelente', pero que también superó ese día el nivel de fecales permitido, aunque por poco.

Cala Vedella, que ya obtiene una nota global de 'Suficiente' ve justificada esta precaria calificación por los 1.565 coliformes y 569 enterococos (los máximos son 500 y 185, respectivamente) que se midieron en la muestra de la misma jornada.

Port des Torrent y es Pinet, en el municipio de Sant Josep, también presentaban análisis desfavorables en esa fecha.

En Vila, ses Figueretes se salvó de una calificación adversa por los pelos en septiembre, pero Talamanca rebasó el nivel de bacterias aceptable para bañarse.

La situación del municipio de Sant Antoni es especialmente preocupante, porque de las cinco playas que se analizan todos los años solo dos eran aptas para el baño: Cala Salada y Cala Gració. El resto (Caló des Moro, s'Arenal y es Pouet) presentaban niveles de bacterias superiores a las previstas por la normativa sanitaria en la fecha del muestreo. La playa que aparece con el 'Insuficiente' ya inicial, contigua a s'Arenal, aparecía el 18 de septiembre como 'apta', pero después de dos muestreos desfavorables en agosto.