Las Pitiusas concluyeron abril con un total de 69.693 empleos, 2.971 más que en el mismo mes de hace un año. La celebración de la Semana Santa durante la tercera semana de ese mes propició ese sustancial incremento de empleos, de un 4,4% en términos interanuales. En la isla de Ibiza, el aumento fue del 4,5%, ya que había 65.244 personas de alta en la Seguridad Social, 2.820 más que un año antes. En Formentera, con 4.449 empleos, el incremento fue de 151 cotizantes, un 3,5% más. En la mayor de las Pitiusas hay ahora 24.000 trabajadores más que hace una década (+60%). En Formentera, unos 2.200 más (+103%).

Crecen los autónomos. Los autónomos han experimentado un aumento porcentual similar, en su caso del 4,9%. En abril había 12.809 afiliados, 601 más que hace un año. En 2017 hubo un incremento idéntico: otros 601 nuevos autónomos. Formentera, por su parte, acabó el mes con 962, un 3% más que en 2018. En ambas islas y para el mes de abril, esas cifras suponen récords históricos.

La construcción tira y tira. El ladrillo ha sido, un mes más, uno de los principales motores de la creación de empleo en Ibiza. Dio trabajo a 9.021 ibicencos, un 7,3% más que un año antes. La construcción de edificios, con 4.626 empleados, sumó 317 puestos, un 7,3% más. Y las actividades de construcción especializada, con 4.223 empleos, 305 más (+7,8%). El tirón de este sector en los últimos años ha sido formidable: ahora hay un 55% más de albañiles que hace siete años.

Comercio: plano. Mientras el pladur y el hormigón vuelven a tener un peso importante en el empleo, el comercio se ha estancado. En Eivissa da trabajo a 6.094 ciudadanos, sólo un 1,2% más que en abril de 2018. Este tipo de negocios mengua por momentos. En abril había 1.007 de este tipo, 18 menos que 12 meses antes, la menor cantidad de los últimos tres años. Por el contrario, de la construcción había 1.089 de alta, un 3% más. De ellas, 550 construían edificios (+6,2%). El ladrillo ha dado, en ese sentido, el sorpasso al comercio, pues hasta el año pasado tenía menos cuentas de cotización.

La hostelería se mantiene fuerte. Otro sector que se mantiene fuerte es la hostelería, con un 5,5% más de empleos que hace un año. Los que más brío tienen son los servicios de alojamiento, con 10.473 cotizantes, un 7,1% más (697 empleados más); los bares y restaurantes, con 10.186 afiliados, crecen un 4% (388 trabajadores más). En este caso se ha producido otro sorpasso: por primera vez en la última década, los hoteles dan ya más empleos que los locales que sirven comidas y bebidas. Y eso, a pesar de que hay 443 alojamientos abiertos (19 más que un año atrás), casi tres veces menos que las 1.181 cafeterías y negocios de comidas (53 más) que hay en la isla.

«Va bien, pero cuesta». José Antonio Roselló, vicepresidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) considera que estos datos responden a una temporada que «ha empezado bien», pese a que «cuesta vender» plazas. Sobre todo, «hay mucha venta de última hora», que al menos permite a los hoteleros capear el temporal del descenso de británicos y del auge de otros destinos. Insiste en que se atraviesa una etapa de «desaceleración económica», pero no de recesión. De ahí que, «de momento, vaya bien». Ya se verá qué pasa con julio y agosto, «que se venderán tarde». Recomienda a los empresarios «ser cautos» en sus inversiones y advierte de que la construcción, al contrario que la hostelería, atada a los convenios, puede frenar en seco. El ladrillo «mantiene la inercia» de las obras de mejora de empresas turísticas y de varias promociones de viviendas.