Desde hace unos días, los residentes en el núcleo urbano de Sant Josep y es Cubells reciben agua desalada, en periodo de pruebas, durante unas determinadas horas del día, pero al mezclarse con la de pozo, con una alta concentración de cloruros, sólo se nota una pequeña mejoría en su calidad. Por ejemplo, el miércoles se inyectaron, en momentos puntuales, un total de 300 metros cúbicos de agua desalinizada a esta zona de la red municipal.

El primer teniente de alcalde, Ángel Guerrero, prevé que, «en unos días», este fin de semana o, a más tardar, a principios de la próxima, Aqualia, la concesionaria municipal del agua, abastecerá esta amplia zona del municipio íntegramente con agua desalada. Con ello, se completará el mapa y todo el municipio, el único de la isla, se abastecerá íntegramente con agua de las desaladoras.

Guerrero explica que los técnicos están resolviendo un problema detectado en el sistema de comunicación entre los depósitos de ses Coves Fosques, en sa Carroca, y el de Puig Cardona, a la altura de la Casilla. El primero, con una capacidad de 6.000 metros cúbicos, es el que recibe el caudal de las desaladoras y de ahí, con el impulso de dos bombas, se distribuye hacia el de ses Eres (de ahí a Sant Jordi y Can Fita) y, con la ayuda de otros tres motores de impulsión, hacia el depósito de Puig Cardona, que es el que conecta con Sant Josep y es Cubells.

Este segundo depósito, de 500 metros cúbicos, dispone de un sistema que cuando está lleno o vacío, emite una señal, vía red GSM (telefonía móvil), al de Coves Fosques para que se activen o se detengan las bombas de impulsión. En este momento, los técnicos, según explica el primer teniente de alcalde, están resolviendo los problemas de conexión que genera «la mala cobertura» de la red de telefonía móvil en la zona del depósito de sa Carroca.

Seguridad del sistema

Seguridad del sistema

Guerrero destaca que, en ningún caso, se puede inyectar agua hacia Puig Cardona sin la garantía de que la comunicación entre los depósitos funciona sin problemas para evitar un posible colapso del sistema. En todo caso, al margen de la comunicación vía red móvil, el depósito de Puig Cardona dispone de una válvula que se cierra en el momento en que está lleno que, según Guerrero, también fuerza, por presión, la paralización de las bombas de impulsión del de ses Coves Fosques.

Por otra parte, el equipo de gobierno contempla llevar a pleno, antes del final de este mandato, la firma del convenio con la Agencia Balear del Agua (Abaqua), dependiente de la conselleria balear de Medio Ambiente, que regula la compra de agua desalada.

Las dos partes han acordado un consumo anual de casi cuatro hectómetros anuales y, en los días puntas de verano, de 15.000 metros cúbicos. Hay que tener en cuenta que la capacidad de producción máxima de las tres desaladoras es de 45.000 metros cúbicos de agua al día, por lo que Sant Josep, consumirá una tercera parte del total.

Por otra parte, el primer teniente de alcalde, Ángel Guerrero, sostiene que, pese al incremento del consumo de agua desalada, más cara que la de pozo, «no va a haber una subida de la tarifa». Es más, el Ayuntamiento ordenará una revisión tarifaria y «todo apunta a que debe haber una bajada».

El Consistorio paga ahora el agua desalada a 1,25 euros el metro cúbico, pero tras la firma del convenio con Abaqua, el precio bajará. Abaqua pone un precio más alto en verano que en invierno, con la idea de fomentar del consumo de agua desalada en temporada baja, para favorecer la recuperación de los acuíferos. Así, el Consistorio calcula que el coste medio del agua desalada se situará en 0,97 euros por metro cúbico. También habrá un ahorro energético, pero hay otras variables que se deben considerar.

Los residentes que consumen agua de pozo (Sant Josep y es Cubells, por ejemplo), más barata que la desalada, sí sufrirán una subida en su recibo pero en aplicación de la tarifa actual, que no varía.