El Consell de Govern ha aprobado esta mañana el decreto sobre la promoción de la dieta mediterránea en los centros educativos y sanitarios de Baleares. Con ello, se prohíbe la venta de bebidas azucaradas o alimentos de bollería en colegios y en hospitales, tanto públicos, concertados como privados. El decreto pretende favorecer una alimentación saludable que se base en los principios del patrón de la dieta mediterránea, cuyos beneficios para la salud están demostrados, de tal foma que reduce el nivel de mortalidad por problemas cardiovasculares, así como algunos tipos de cáncer, además de prevenir y reducir el sobrepeso y la obesidad.

Con esta nueva normativa se cambiarán los menús que se sirven en bares, cafeterías y restaurantes de los colegios y de las dependencias sanitarias, imponiendo el patrón de la dieta mediterránea.

Este decreto prevé el consumo de productos de proximidad y de temporada como principal materia prima para los servicios de restauración y en los comedores de estos centros, así como la utilización de las preparaciones culinarias genuinamente mediterráneas y las recetas tradicionales de la cocina balear.

Con esta normativa se establece las condiciones específicas y los criterios a seguir para programar los menús, así como su frecuencia semanal a la hora de elaborar los platos. En los centros escolares no universitarios se obligará a que al menos una o dos veces por semana los alumnos se alimenten de legumbres como primer plato. Como segundo plato las guarniciones deberán tener ensaladas variadas, al menos tres o cuatro veces por semana, así como patatas y legumbres. Con respecto al postre se recomienda fruta fresca y de temporada entre cuatro y cinco días por semana. Yogures o derivados de la leche solo se pondrán consumir un día por semana.

Croquetas y pizzas, limitadas

Croquetas y pizzas, limitadasEntre los requisitos de elaboración que propone el Govern destaca el uso del aceite de oliva virgen para cocinar y el consumo de agua como única bebida. También se priorizará la carnes blandas o el pescado blanco o azul. Productos precocinados como croquetas o pizzas solo se pueden ofecer tres veces al mes. En cambio, salchichas o hamburguesas su consumo se limita a cuatro veces al mes.

La consellera de Salut, Patricia Gómez, señaló que el Govern se muestra preocupado por el nivel de obsesidad que sufre la población infantil de Baleares, que a pesar de ser una de las más bajas del país, uno de cuatro niños sufre problemas de obesidad. Se espera que con esta nueva norma alimentaria se bajen estos porcentajes, si bien una de las principales prioridades es cambiar el modelo alimenticio de estos menores y evitar que consuman tantos productos de bollería y de bebidas azucaradas.

No solo el decreto afecta a los escolares, sino también a los enfermos que puedan estar ingresados en centros hospitalarios. Estos menús basados en la dieta mediterránea también se consumirán en estos centros médicos, tanto a los que se entregan a los pacientes, como a los que se sirve en las cafeterías.

El decreto prohíbe que en los centros educativos haya publicidad de alimentos y bebidas que no cumpla con estos principios alimentarios. Tampoco se podrán repartir por los colegios regalos o patrocinios de estos alimentos que norespeten los principios del decreto.

La dirección general de Salut Pública será la encargada de controlar la elaboración de estos menús, realizando visitas de inspección tanto en los centros escolares, como en centros médicos de las islas.

Tanto colegios como centros sanitarios, así coo las dependencias administrativas sanitarias disponen de una moratoria de un año para aplicar estos principios y adoptar su oferta alimentaria a las previsiones del decreto.