El Ayuntamiento de Sant Antoni ha decretado el levantamiento de la medida cautelar de paralización y clausura de toda la actividad de la discoteca Privilege, en Sant Rafel, aunque obliga a mantener cerrada parte de sus instalaciones. El departamento de Urbanismo y Actividades ha estimado parcialmente un recurso de reposición presentado por la propiedad de la discoteca y permite que la sala de fiestas pueda abrir sus puertas esta temporada tras la corrección de las deficiencias detectadas en las vías de evacuación de la sala de fiestas.

El Consistorio decretó la clausura de la actividad en diciembre del año pasado, cuando la discoteca ya estaba cerrada, por la ampliación del aforo y la modificación de las vías de evacuación, con la reducción del ancho útil que inicialmente se autorizó para una capacidad de público «considerablemente menor», así como por la remodelación y cambio de usos de determinadas zonas. En concreto, la propiedad de Privilege llevó a cabo cambios sustanciales, sin la correspondiente autorización, en una área de 5.426 metros cuadrados con una ampliación del aforo de más de 500 personas.

Para subsanar las deficiencias de las salidas de emergencia, la propiedad ha restablecido las vías de evacuación a su estado original, el que contempla la autorización de la discoteca, de mayo de 1997, con la retirada de paneles y otras obras «de escasa entidad constructiva y sencillez técnica», según el informe técnico municipal. El Consistorio también apunta que, para tramitar estas obras, bastaba con la presentación de una comunicación previa, indicando que no suponía una modificación sustancial de la actividad autorizada. El técnico municipal certifica que los recorridos de evacuación «se encuentran libres de obstáculos que impidan su adecuada utilización».

Las deficiencias no resueltas

Por ello, se permite la apertura de la discoteca, pero con el mantenimiento del cierre de parte de sus instalaciones al no haberse resuelto las deficiencias detectadas en la inspección de finales del año pasado. Así, el Ayuntamiento mantiene la paralización y clausura, hasta que se tramite su regularización, del almacén principal de 293 metros cuadrados ubicado en el nivel primero y otro de 116 metros cuadrados que ahora se usa como camerino, más la plataforma elevadora. En el nivel segundo, no se puede usar ni la zona 'coco loco' ni la sala 'pirámide', que se empleaban como áreas de baile en tres salas distintas, ni el almacén 2, de 69 metros cuadrados ubicado en la zona de servicio del restaurante. También se deben mantener cerradas la zona denominada 'sala de exposiciones', que no es accesible al público y que se ubica en el nivel tercero, ni la zona balconada, ahora unida a la barra 'safari' y las terrazas descubiertas de la 'zona pagoda'. El uso de estas zonas supuso la ampliación del aforo.

La plataforma elevadora se encuentra «aparentemente sin uso y en mal estado de conservación». Todas las modificaciones de la actividad apuntadas «no cuentan con título habilitante» y suponen «una infracción muy grave de la ley de actividades».

Contaminación acústica

El Ayuntamiento también advierte de que se ha superado el plazo previsto para que la sala de fiesta adoptara las medidas prevista en la ordenanza de ruidos al objeto de reducir la contaminación acústica. Por ello, la resolución municipal apunta que la propiedad de la discoteca «deberá adoptar las normas específicas en materia de contaminación acústica que se establecen y justificar su cumplimiento adjuntando al expediente la documentación técnica necesaria».