Liberados ya de las limitaciones que impone el ejercicio de su cargo, los expresidentes del Consell de Eivissa Vicent Serra y Xico Tarrés admiten en esta entrevista muchos de los problemas que evitaban confesar cuando ocupaban este puesto. La «dictadura del funcionariado» es algo compartido, con palabras diferentes pero con el mismo fondo, tanto por uno como por otro. La existencia de funcionarios en el Consell que bloquean la institución es denunciada abiertamente por Vicent Serra, coincidiendo así con lo expuesto recientemente por políticos de muy diferente signo.

¿Qué es lo recuerdan con más satisfacción y con más desagrado de su presidencia del Consell?

V. Serra .- Al menos en mi etapa, el problema económico fue el que lo condicionó absolutamente todo. Había poco dinero y había una normativa autonómica y estatal que era cambiante, que nos restringía muchos movimientos. Fue algo radicalmente diferente de lo que yo había visto siempre, cuando el dinero se movía de una forma más fácil. ¿Lo mejor? Lo mejor fue el trabajo de todos los consellers. Creo que el balance, a pesar de todo, fue bueno y se consiguieron muchas cosas con poco dinero.

X. Tarrés.- Pues para mí lo peor, y lo digo claramente, es haber estado injustamente imputado prácticamente cuatro años por el caso Ibiza Centre. Era algo que me incomodaba. Y lo mejor fue la gestión: empezar nuevas cosas, como el hospital, la carretera de Sant Miquel, la compra de sa Coma, del Polvorín. Yo disfruté haciendo política. En general, estoy contento. Tengo un buen recuerdo.

Si les ofrecieran repetir sus cuatro años como presidentes, tal y como fueron, con sus carencias y logros, ¿aceptarían el ofrecimiento?

V. Serra.- El Consell tiene una carga histórica muy grande y creo que cualquier político aceptaría el ofrecimiento. Yo, particularmente, diría que sí. ¿Qué condiciones pondría? Pues tener el mismo dinero que han tenido en esta legislatura. Ya me encargaría yo de que la gestión, con ese dinero, saliera adelante...

X. Tarrés.- Sí, yo también volvería a aceptar. De los años que fui alcalde estoy muy contento, pero creo que la gran gestión se realiza desde el Consell.

¿Qué cambiarían del funcionamiento del Consell como institución?

V. Serra.- El Consell no funciona todo lo que bien que debería. Hay una serie de estructuras que se han de modificar. Y hay algún funcionario que no tiene presente que el Consell trabaja por el interés público de los ciudadanos. Muchas veces me encontré con que una determinada actuación o gestión para agilizar un problema se bloqueaba porque no les conseguía hacer entender que debían mirar cualquier solución, porque era para beneficiar a los ciudadanos. Respeto los planteamientos de todos los funcionarios, pero debería haber una apertura de miras y dar salidas, por supuesto legales, a las actuaciones que quieren hacer los políticos.

X. T.- Es que estamos bajo la dictadura del funcionariado muchas veces. Y es un problema. Te das cuenta cuando estás dentro de las administraciones. Puedo decir que el Ayuntamiento de Ibiza, en cuanto a funcionarios, es una institución que funciona mucho mejor que el Consell, a pesar de que el Consell es una institución más moderna y no debería arrastrar tantos vicios. En los últimos años, ha ido a peor. Según ha ido aumentando el número de funcionarios, el trabajo no va saliendo con la agilidad que debería.

V. Serra.- Un ejemplo. En el Consell de Menorca, los criterios económicos para la adjudicación de compras o contratos es aproximadamente un 50%. En el Consell de Ibiza, esos criterios suponen el 80% y pico. Es decir, cuando tú vas a adjudicar una carretera y ves que, aplicando el criterio económico no puedes adjudicarla porque incurrirías en una baja temeraria, has de poner otro tipo de criterios que te sirvan para decir: sé que esta empresa lo hace barato, pero estoy seguro de que no terminará la obra. Por eso digo que, a veces, los criterios empleados por determinados funcionarios de Ibiza son diferentes de los de Menorca, que daban una mayor agilidad para determinadas actuaciones.

Ese autogobierno que tanto proclaman el PP y el PSOE para cada isla ¿realmente se está logrando? ¿No creen que el Consell es precisamente víctima de lo contrario, de una recentralización en favor del Govern balear

X. T.- La voluntad que hay es que los consells tengan cada vez más independencia. Pero también dependen de los políticos de turno. Yo fui presidente del Consell con un presidente del Govern que era muy bueno para Ibiza: Xisco Antich. Nosotros conseguimos directamente muchas cosas saltándonos directamente el Govern. La compra de sa Coma, el Polvorín, etc. lo hicimos directamente en Madrid, sin pasar por el Govern, porque era más rápido...

V. S.- Y quizá porque se dudaba de que el dinero que debía recibir Mallorca para luego enviar a Ibiza llegara realmente...

X. T.- Nosotros, cuando llegó desde Madrid todo ese dinero, que el Ministerio envió directamente a Ibiza, lo metimos en una cuenta corriente. El Govern balear enseguida nos reclamó ese dinero. Nosotros no se lo enviamos. Hablamos de casi 30 millones de euros. Y los intereses que generaron nos los quedamos también nosotros.

O sea, que para hacer las cosas bien hay que saltarse el Govern...

V. S.- Ja, ja... Es verdad que cuesta mucho arrancarles cosas a los... al Govern balear. Mallorca es muy centralista.

X. T.- Sí, pero desde Ibiza hemos de ser también más exigentes. Yo recuerdo alguna vez que pacté con Francesc Antich que cuando él viniera a Ibiza le iba a poner a parir. Y dijo: de acuerdo. Y al empezar el acto, él tomó primero la palabra y dijo: 'Bueno, ahora hablará Xico y pondrá a parir a los mallorquines, pero ojo que yo no soy mallorquín, soy de Venezuela [Antich nació en Caracas]'. Pero la culpa la tenemos también los de aquí, que siempre hemos ido dispersos, no como en Menorca, que van más unidos para hacer fuerza.

Parece como si los ibicencos, para conseguir algo del Govern, tuvieran que gritar el doble que los menorquines para conseguir lo mismo.

V. S.- En mi época de presidente, costó muchas reuniones de la cúpula del partido con el Govern para reclamarles lo que tocaba a Ibiza. Costaba mucho. Aunque al final se consiguieron cosas, pero costaba mucho.

El tema de la financiación del Consell: ¿Puede tener autonomía una institución que depende económicamente del Govern balear?

X. T.- Por un lado es necesario mejorar la financiación de los consells. Pero luego hay otra cosa y es que tenemos una cantidad de instituciones excesiva...

¿Sobran los ayuntamientos?

X. T.- Bueno, yo preguntaría: ¿Cuántos ayuntamientos hay en España que funcionan muy bien siendo más grandes que toda la isla de Ibiza? Y es un solo ayuntamiento. Pero claro, si tú te presentas a unas elecciones diciendo que harás de Eivissa una isla con un solo ayuntamiento, al día siguiente la mitad de la gente me partirá la cara. Porque claro, todo el mundo tiene el orgullo de ser de su municipio. Pero cinco ayuntamientos, más un Consell... Unificar ciertas cosas saldría más barato. Una sola empresa de limpieza para toda la isla sería un ejemplo.

V. S.- El tiempo en que ha habido Universitat [el antiguo órgano de autogobierno insular] o Consell en Eivissa es casi el doble del que llevan existiendo los ayuntamientos. Lo que pasa es que los ayuntamientos han arraigado en la población, porque es lo último que ha habido. Había Universitat, pero no había ayuntamientos. Luego, con el decreto de Nueva Planta de Felipe V, desapareció el Consell y aparecieron los ayuntamientos. Pero cuando se hizo la Constitución de 1978 recuperó los consells, pero no eliminó los ayuntamientos, y aquí surgió la duplicidad de muchas cosas. Pero ponerse a decir ahora que los ayuntamientos no han de existir...

X. T.- No, ojo, yo no digo eso...

V. S.- Bueno, pero hay mucha gente que está planteando este debate. Y creo que también sería equivocado suprimir el Consell, porque sería renunciar a unas competencias que ya tenemos, en urbanismo, en turismo, en agua (que se quiere asumir). El Consell no sobra de ningún modo. Sí es cierto que yo un día comentaba que si yo tuviera que iniciar de raíz una estructura organizativa para gestionar una isla de 150.000 habitantes, esa institución sería un Consell-Ayuntamiento. Pero no estoy poniendo sobre la mesa suprimir ayuntamientos. Todo esto que estamos diciendo es una consideración genérica y teórica, los ayuntamientos están suficientemente arraigados como para ahora echarlos atrás.