El pleno del Consell de Ibiza aprobó, hace unos días, a instancias del grupo Podemos-Guanyem, con el voto a favor del PP y la abstención del PSOE, pedir al Govern balear que el dinero que se recaude en Ibiza con el impuesto turístico, conocido como ecotasa, se invierta íntegramente en la isla. Agotada la legislatura, el acuerdo no deja de ser un brindis al sol de carácter electoral.

De hecho, el pleno de la Comisión de Impulso de Turismo Sostenible, con representación de las administraciones públicas y los agentes económicos y sociales de la isla, acordó ayer, sin cambios, el plan de este año del impuesto turístico, en el que se prevé una recaudación de 128,3 millones, unos seis millones más que en 2018.

En el reparto entre islas, Ibiza recibirá entre el 12,8 y el 15,9% de los ingresos que se obtengan esta temporada y Formentera, entre un mínimo del 1,36% y un máximo del 1,84%. Mallorca se beneficiará de un porcentaje de entre el 68,14% y el 74,82% mientras que para Menorca se contempla una horquilla de entre el 10,68 y el 14%. Los consells y los ayuntamientos tienen hasta agosto para presentar proyectos que se puedan financiar con el impuesto.

Ibiza recibió el año pasado el 18% de la recaudación (20,1 millones de euros en total), 8,8 millones para la ejecución de cuatro nuevos proyectos, entre ellos la nueva depuradora de Portinatx, y el resto para financiar las anualidades de proyectos aprobados con anterioridad. Formentera se benefició del 2,3%, Menorca, del 12,1% y Mallorca, del 67,54%, incluyendo tanto los proyectos nuevos como los plurianuales.

La temporada pasada los establecimientos hoteleros de la isla recaudaron el 15,3% del impuesto que abonaron los turistas en el conjunto del archipiélago. El porcentaje fue muy parecido al del año anterior. Formentera, por su parte, ingresó 1,6 millones de euros, el 1,3% del total.

De los 128,3 millones de recaudación previstos para este año, casi 105 millones se destinarán a nuevos proyectos, que se ejecutarán partir de 2020, mientras que el resto se destinará a financiar proyectos ya aprobados con financiación plurianual.

La ley del impuesto sobre turismo sostenible prevé que la ecotasa se destine a proyectos de protección, conservación y recuperación del medio natural, rural y marino, fomento de la desestacionalización de la actividad, la recuperación del patrimonio histórico, proyectos de investigación científica, formación y política de vivienda. Precisamente, los representantes de dos entidades ecologistas (el GOB y Amics de la Terra) votaron en contra del plan anual de la ecotasa porque la reducción de la carga ambiental que acarrea el turismo «no es el objetivo prioritario». «El plan no contempla dar prioridad a los objetivos medioambientales cuando la ley establece que deben ser los principales», indicó Macià Blázquez, del grupo ecologista GOB.

La CAEB también votó en contra por «la ausencia de diálogo» y «la falta de transparencia e información». Critican que el Ejecutivo autónomo no justifique en qué se basa la estimación de la recaudación de este año, superior a la de 2018, cuando «las previsiones de ocupación son inferiores». Del mismo modo, esta patronal lamenta que se destine la ecotasa a financiar mejoras en las depuradoras, cuando, según su criterio, se deberían llevar a cabo «con el canon de saneamiento o con financiación estatal».

Críticas de los hoteleros

Críticas de los hoteleros

El gerente de la Federación Hotelera de las Pitiusas, Manuel Sendino , destacó que resulta «incongruente» quejarse del uso que se hace del dinero cuando, recalca, el problema radica «en el propio impuesto». «De esto nos quejamos. Son proyectos de política general de la Comunitat Autònoma que deberían pagar los residentes y no los turistas. Salta a la vista. Otra cosa sería que si lo que se cobra a los turistas se gastara en ellos, pero no es el caso», subrayó.

Por su parte, la vicepresidenta del Govern, Bel Busquets, justificó que, con la aprobación del plan anual del impuesto turístico, se deja «el trabajo hecho» para que «el futuro gobierno», tras las elecciones, pueda decidir a qué proyectos se destina el dinero recaudado. En este sentido, Busquets defendió que la ecotasa «ha venido para quedarse» ya que permite «mejorar» las inversiones que se acometen en las islas.