La Autoridad Portuaria de Balears (APB) espera adjudicar la gestión provisional del puerto deportivo Marina Botafoch (Ibiza), cuya concesión vence el 30 de julio próximo, con tiempo suficiente para mitigar los posibles perjuicios para los propietarios de los 60 negocios y los 432 amarres (111 no son de base) que la ocupan, algunos desde hace más de tres décadas.

La concesión actual se adjudicó al empresario ibicenco, ya fallecido, Enrique Fajarnés, hace 35 años y la APB licita ahora una provisional de dos años más otro de prórroga, el tiempo que considera necesario para preparar el concurso para adjudicar esta marina de manera definitiva.

Para los propietarios, el problema radica en cuándo y cómo se produce este cambio en la gestión de Marina Botafoch: en plena temporada turística. Aunque por la lógica de los contratos públicos todos los concesionarios deberían abandonar la marina al vencer el plazo de la antigua concesión, el destino de cada uno de ellos queda en manos del nuevo concesionario cuando sólo hayan podido trabajar la mitad del verano, con la posible pérdida de al menos los meses de agosto, septiembre y parte de octubre en el supuesto de que logren seguir en la marina.

Más de un año de negocio

Según el pliego de condiciones, quienes acrediten que llevan más de un año explotando su negocio en el puerto, tendrán preferencia con respecto a otros interesados, algo parecido a un derecho de tanteo: «A las empresas y titulares que actualmente ocupan los locales comerciales y que estén ubicados en las instalaciones y edificaciones autorizadas en este expediente, acreditando una antigüedad de un año, el titular de la concesión deberá asignar a estas empresas el mismo local comercial que vienen ocupando en preferencia respecto a nuevas peticiones, sometiéndose el interesado a las nuevas condiciones con las que se otorgue esta concesión».

Entre ellas, «el nuevo régimen económico, así como el nuevo clausulado de aplicación de las tarifas que se establecerá en el condicionado de la concesión».

El problema es que no hay límite para el coste máximo de las nuevas tarifas, apuntaron fuentes próximas al concurso, aunque el establecimiento de precios 'razonables', esto es, más próximos al mínimo previsto, se valora con tres puntos en el concurso.

Nada comparado con los ocho que recibirá la mejor oferta económica para el pago del canon anual a la APB, algo que condicionará al alza el coste de las nuevas tarifas.

Las mismas fuentes critican este concurso por ser muy especulativo. En la misma línea se han manifestado los responsables de Puerto Deportivo Botafoch, que gestionan el puerto.

Tarifas más caras sin mejoras

Desde esta sociedad destacan que en el concurso «prevalece principalmente la mayor renta a pagar a la Administración y en menor medida la contención de tarifas para los usuarios».

Además, y «debido a su corta duración [dos años más un tercero de prórroga, si fuera necesario], no se prevén obras de reforma o mejora en el puerto durante este periodo». O sea, que pagarán más dinero de tasa sin recibir mejoras a cambio.

Puerto Deportivo Botafoch ha presentado, informa, la «mejor propuesta económica», que prevé el pago de un canon de 6,3 millones de euros por cada uno de los tres años, a lo que habrá que añadir el 4% del volumen de negocio que genera el puerto deportivo, que está por determinar.

Ahora, los gestores de esta marina pagan 300.000 euros al año, cuando Marina Ibiza, en la misma zona del puerto, abona casi ocho millones anuales.

La segunda mejor oferta, presentada por Servicios Portuarios Botafoch S.L, asciende a seis millones, también pendiente del 4% del volumen de negocio. Y la tercera, a Desarrollos Concesionales Pitiusos SL, de 5,9 millones.