La candidata al Congreso en Ibiza por el PSOE, Sofía Hernanz, trató de sacar ventaja en el debate de ayer con el aún caliente anuncio de la lluvia de millones (21) que el Consejo de Ministros prevé aprobar hoy para culminar las obras del Parador de Dalt Vila, pero el público que abarrotó el Club Diario, fundamentalmente la hinchada de los partidos, se lo tomó a guasa.

Cada vez, y no fueron pocas, que Hernanz sacó a colación la millonaria inversión que se aprobará in extremis, a sólo 48 horas de las elecciones generales, se repitieron las risas entre el público. La más sonora fue casi al final cuando la socialista tuvo que responder a una pregunta planteada por un internauta sobre dicho anuncio. Hernanz explicó que durante el anterior Gobierno del PP la modificación del proyecto (para adaptarlo a los restos arqueológicos hallados) estuvo «paralizada siete años» y que, en cambio, al Gobierno de Pedro Sánchez le bastaron «siete meses» para cumplir este trámite y que ahora, una vez que el Ayuntamiento de Ibiza ha otorgado la licencia, el Ejecutivo central ya está en disposición de aprobar una partida presupuestaria para que las obras se reanuden «de inmediato».

Lucía Ribas, de Proposta per les Illes, que actuó como un verso libre durante el debate, no da por cerrado aún este asunto del Parador. «No digáis nada fins que es blat estigui dins es sac i ben fermat. Ya hablaremos de los 21 millones», resaltó, incrédula, Ribas, quien también frenó a la candidata socialista cuando esta defendía los avances sociales logrados en sólo 10 meses de Gobierno de Sánchez. «No os echéis tantas flores que los jubilados están cabreados y cada lunes se manifiestan», recordó Ribas.

Quizá por su falta de experiencia, la candidata de Proposta per les Illes tuvo algún tropiezo, como en el momento en que, al manifestar que ella no se ha sentido representada por los políticos ibicencos en Madrid, les echó en cara que no hubieran votado a favor de la protección del corredor de cetáceos del Mediterráneo, una vía para impedir las prospecciones petrolíferas. «Se aprobó», le refrescó la memoria, o más bien la informó, Hernanz. Ribas encajó el golpe con deportividad: «Te lo agradezco». En todo caso, Ribas no varió su discurso y lamentó la subordinación de los representantes ibicencos de PSOE y PP a las órdenes de las direcciones de sus partidos. «Me gustaría que tuvieran más compromiso con las islas», insistió.

Víctima del corredor de cetáceos

Víctima del corredor de cetáceos

El candidato del PP al Senado, Santi Marí, también fue víctima del corredor de cetáceos ya que, tras sacar pecho de la defensa de los intereses de las Pitiüses por encima de las siglas de su formación, el representante de Unidas Podemos, Mario Devis, le recordó que, como senador, en su día, «no votó a favor» de ello. «Yo alucino», dijo Devis.

Posteriormente, la pregunta seleccionada para Marí hurgó en la herida: ¿Rompería la disciplina de voto en favor de los intereses de las Pitiüses? «Lo hemos demostrado», respondió a bote pronto el candidato al Senado del PP, recordando que su antecesor, José Sala, lo hizo precisamente para defender, en contra de su partido, su oposición a las prospecciones. Marí agregó, eso sí, que primero trataría de convencer a los suyos y si no lo consiguiera, entonces, como Sala, no tendría problema alguno en romper la disciplina de voto.

Arnau Mañas, candidato al Congreso por Veus Progressistes, sufrió la ira de la hinchada de Vox, que le tachó de «traidor y golpista», cuando reconoció que defiende la libertad de los presos independentistas. «El derecho a decidir que tienen todos los pueblos está recogido en la carta de las naciones de la ONU y ratificado por España». «Mentira», gritó una persona del público, a la que la moderadora, la periodista Montse Monsalve, que condujo el debate con mucha solvencia, tuvo que llamar al orden.

Además de la vivienda, los políticos debatieron sobre turismo, servicios sociales e insularidad. La representante de Vox, Patricia de las Heras, mostró su «sorpresa» de que Podemos denunciara los problemas de «masificación» del turismo, lo que atribuyó a «la turismofobia», el mismo calificativo que según recordó Sofía Hernanz, utilizó el líder nacional del PP, Pablo Casado, a su paso por la isla, algo que, recalcó la socialista, «no existe en Ibiza y Formentera».

Paradójicamente, durante el debate se mentó a Venezuela una sola vez, y en esta ocasión no fue para atacar a Podemos. Salió de boca de Lucía Ribas para recordar que su abuelo se vio forzado a emigrar a ese país para subsistir. Ahora, en defensa de un modelo de turismo «equilibrado», dijo que en Ibiza «no hay ninguna necesidad de ir con un Maserati» y que se ha de marcar «un límite» al crecimiento.

Un decreto «engaña bobos»

Un decreto «engaña bobos»

La candidata de Vox abogó por la eliminación del decreto de protección de la posidonia, que, subrayó, es «un engaña bobos» y tiene «un afán recaudatorio y prohibicionista» que va en contra del turismo náutico que «da mucho dinero».

El podemista Mario Devis intervino acto seguido para aclarar que, precisamente, si no se protege la posidonia «los barcos no vendrán». «Quizá alguien no sabe la fábula de la gallina de los huevos de oro. Hay que cuidarla para que siga dando huevos», advirtió.

El candidato de Ciudadanos, José Luis Rodríguez, defendió la necesidad de diversificar la oferta turística para ampliar su periodo de explotación y criticó, por ejemplo, que, en gastronomía, en Ibiza haya «cero estrellas Michelín».

Todos los partidos llamaron a los ciudadanos a votar el domingo y «para que el lunes nadie tenga algo de lo que arrepentirse», según Hernanz. Santi Marí pidió el voto para el PP porque es «garantía de estabilidad», mientras que Arnau Mañas solicitó a los progresistas que no voten «con miedo» ni se dejen llevar por el llamado «voto útil», que lo es, dijo, para «los partidos de siempre y de los que ya se sabe hasta donde pueden llegar».

La candidata de Vox resaltó que su partido «no es machista ni feminista ni sectarista ni ningún 'ista'». «Considero que no se puede ser feminista al extremo como la corriente de las feminazis de hoy en día [«los hijos los paren las madres», la interrumpió una mujer del publico]». También dijo que Vox plantea la modificación de la ley de violencia de género porque «un hombre no es malo por ser hombre...», momento en que Lucía Ribas tuvo reflejos y apuntó que «nadie» había dicho eso. «Todas las alusiones van hacia mí», lamentó la representante de la extrema derecha, que, en su minuto final, sacó las pistolas al recordar que aboga por que «una persona pueda defender su casa si le entran a robar».