El Consell de Ibiza ha comunicado por escrito al Ayuntamiento de Vila que no piensa aprobarle su nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) mientras el Consistorio de Rafa Ruiz no haga los deberes que le impuso la Comisión Balear de Medio Ambiente (CBMA) del Govern, es decir, que explique de dónde sacará agua potable para abastecer a los 10.000 nuevos residentes previstos en las nuevas áreas urbanizables de dicho PGOU.

El Ayuntamiento, pese a esa exigencia, no ha introducido aún ningún cambio en la redacción de su plan y espera que el Consell se lo apruebe tal cual está. Sin embargo, la institución insular le ha enviado una comunicación en la que le indica que «para poder llevar a cabo la aprobación definitiva de la revisión del PGOU en tramitación deberá contar con un nuevo informe de la dirección general de Recursos Hídricos, del cual se derive la suficiencia de recursos hídricos de este plan».

Según explicó ayer el propio Consell en una nota, la misma comunicación recuerda al Ayuntamiento que la declaración ambiental aprobada por la Comisión Balear de Medio Ambiente «recoge toda una serie de condiciones en su texto relativas a la imposibilidad de llevar a cabo los nuevos crecimientos previstos, dada la insuficiencia de recursos hídricos». Aparte de ello, también se establecía qué condiciones urbanísticas debían aplicarse en las zonas húmedas del municipio de Eivissa.

El escrito enviado al Ayuntamiento añade: «El Consell recuerda que hasta que el Ayuntamiento no lleve a cabo lo que se deriva de los preceptos citados, el expediente de revisión del PGOU no se encuentra completo» y, por tanto, la Comisión Insular de Urbanismo y Patrimonio no puede darle el visto bueno final.

La respuesta del Consell, que ya había sido anticipada verbalmente por el equipo de gobierno al Ayuntamiento hace pocos días, no ha sentado nada bien al Consistorio de Rafa Ruiz. Vila tiene prisa por ver aprobado definitivamente su nuevo PGOU y ahora ve cómo las exigencias del Consell no sólo frustran este deseo, sino que resucitan el desarrollista plan general de 1987. Ello es así porque mañana mismo, día 21, termina la suspensión de licencias que está en vigor desde hace meses para tramitar el nuevo PGOU.

Respuesta del Ayuntamiento

En un comunicado trufado de reproches al Consell, pero en el que se admite implícitamente que aún no se ha dado cumplimiento a la prescripción de la CBMA, el Ayuntamiento de Eivissa anunció ayer que «comenzará de manera inmediata el trabajo para justificar la suficiencia de agua y la adaptación al Plan Hidrológico».

«El Ayuntamiento lamenta que, pese a haberse tramitado un plan que supone una reducción importantísima del techo de población (pasando de los 120.000 a los 77.000 habitantes) y pese a haberse conseguido la declaración ambiental estratégica favorable, se considere que no está suficientemente justificado el nuevo documento de ordenación urbanística, lo que hará que durante los próximos días termine la suspensión de licencias y entre en vigor el plan anterior, de 1987», señala el comunicado.

Sin embargo, Vila recuerda que ese plan de 1987 ha visto «atenuados» sus efectos con numerosa normativa surgida posteriormente, lo que evitará un boom de licencias. En cambio, otros aspectos no podrán evitarse, por lo que técnicos de ambas instituciones se reunirán para estudiar qué hacer en cada caso, señala la nota.

El mismo comunicado añade que «en ningún momento durante los cuatro años de tramitación que lleva el plan, ni la dirección general de Recursos Hídricos ni el Consell habían advertido de estas circunstancias que ahora impiden la aprobación definitiva».