Las reclamaciones contra compañías aéreas, y en menor medida contra empresas de transporte marítimo, están colapsando los juzgados de lo mercantil de Balears, que el año pasado registraron casi tres mil de estas demandas (2.803). Las importantes huelgas de compañías que se produjeron en 2018 y las facilidades que los consumidores tienen para interponer este tipo de pleitos han influido en ese aluvión de demandas.

Los ciudadanos de las islas se han espabilado en los últimos años a la hora de ejercer los derechos que les corresponden como pasajeros. Las normas que amparan a los viajeros frente a incidentes en sus traslados aéreos son muy antiguas, pero ha sido en los últimos seis años cuando se han disparado las reclamaciones.

Así los juzgados de lo mercantil, que tienen su sede en Palma y competencias para todas las islas, en 2013 registraron 173 asuntos relacionados con los transportes.

En 2014 hubo 437 personas que decidieron pedir una compensación por la pérdida de un vuelo, las horas de espera u otras vicisitudes.

En 2015 los casos subieron a 743; mientras que en 2017 se registraron ya 2.196. La litigiosidad se disparó el año pasado a 2.803 demandas.

En ese boom de las reclamaciones influyeron las huelgas que durante 2018 protagonizaron varias compañías aéreas (Ryanair, Air Nostrum, etc) y que ocasionaron la cancelación de decenas de vuelos con destino o salida desde los aeropuertos de las islas.Veinticinco por ciento

Veinticinco por ciento

Las facilidades que ofrece hoy día internet para pleitear contra las compañías aéreas son también otras de las causas de este boom. En la red existen varios portales que informan a los pasajeros de sus derechos y les asesoran sobre la forma de reclamar.

Una de estas empresas ofrece cursar la demanda gratis y solo cobrar (un 25 por ciento de la indemnización más el IVA) en caso de que el pleito sea exitoso.

La ley estable unas indemnizaciones mínimas y máximas para los afectados por los incidentes según la naturaleza de su vuelo (larga o corta distancia) y los días en que, por ejemplo, se vio privado de su equipaje. Los juzgados también suelen dar indemnizaciones por los daños morales sufridos a raíz de los incidentes.