El Consell considera que las cabras domésticas introducidas por los vedraners deben desaparecer del islote de es Vedrà, pues suponen un peligro para su flora endémica, y que deben ser los técnicos los que decidan cómo deben ser erradicadas, según expuso ayer Gonzalo Juan Ferragut, conseller de Medio Ambiente de Ibiza: «Allí no tienen que estar las cabras, para nada. Hay que sacarlas», dijo tajante.

Juan rechaza ocurrencias como las expuestas en la 'Propuesta técnica' incluida en el informe redactado, a instancias de Podemos (socios de gobierno del PSOE), por Manel López Béjar, catedrático y responsable del departamento de Veterinaria de la Universitat Autónoma de Barcelona. López propone dos opciones: una de ellas es dejar en es Vedrà cinco rumiantes y enseñarles a no comer determinadas plantas, así como a no ponerse en pie para alcanzar los brotes más elevados. Pero eso no convence a Juan: «El Govern, hace años [en tiempos del PP], sí dijo que el islote podría aguantar hasta cinco cabras como máximo, sin ser un perjuicio. Pero nuestra idea es que allí no ha de haber ninguna cabra», subrayó el conseller.

La otra opción de López es sacarlas vivas, algo que también rechazan los técnicos de Medio Ambiente del Govern por el peligro que supondría para la integridad física de quienes se encargaran de esa tarea y por ser un traslado de ganado contrario a la legislación nacional y europea: «No pongo en duda [que puedan ser sacadas vivas], pero el que ha de decidir si es correcto o no [ese procedimiento] es el Govern balear, que es el que tiene las competencias. Deben ser los técnicos de la conselleria balear de Medio Ambiente [los que digan cómo]; los políticos no sabemos qué opciones hay».

Respecto a las declaraciones del director insular de Movilidad, Gianandrea di Terlizzi, en las que afirmaba que «la hostilidad» de los técnicos de Medio Ambiente impidió que el responsable de una empresa desembarcara en es Vedrà para comprobar de qué manera se podían extraer de allí las cabras, Juan lo duda: «Di Terlizzi me lo comentó en su día. Me extraña. Estoy seguro de que el técnico que había del Consell no fue hostil. Otra gente no lo sé, porque no sé lo que han hecho o dejado de hacer».

Juan confirmó que, en su ausencia, Di Terlizzi intentó enviar el informe del doctor Manel López a la conselleria balear de Medio Ambiente desde el correo oficial del departamento de Medio Ambiente ibicenco: «Iba a mandarlo oficialmente al Govern balear a través de la conselleria insular de Medio Ambiente. Yo no estaba en Ibiza, estaba fuera, en Vietnam. La secretaria dijo entonces que, en mi ausencia, no podía enviarlo en mi nombre. Se mandó un correo, pero oficialmente, nada».

En cuanto a la propuesta de López de mantener cinco cabras en es Vedrà para experimentar una serie de vacunas que impidan su reproducción, Juan lo tiene claro: «No es un islote para experimentos. Ni se nos ha ocurrido pensar que puedan permanecer allí mientras son vacunadas. Allí las cabras no tienen nada que hacer. Y eso ya lo acepta todo el mundo, hasta los vedraners ya son conscientes de eso».