Un hombre en prisión preventiva por un delito de violencia de género permaneció ayer custodiado en el interior de un vehículo policial durante una hora en el Consell a la espera del inicio del juicio para el que estaba citado como acusado. El sindicato CSIF ya denunció la situación «caótica» de los juzgados de lo Penal 1 y 2 y los propios profesionales ya criticaron las pésimas condiciones en las que trabajan.

Antes de las 10 horas un coche patrulla de la Policía Nacional ya estaba aparcado en el patio exterior que se encuentra en la parte trasera de la sede del Consell. En su interior aguardaba un hombre, esposado, encarcelado de forma preventiva por un delito de violencia machista. Previamente, un furgón de la Guardia Civil lo trasladó a la comisaría (ya que había sido denunciado y arrestado en el municipio de Ibiza) y dos agentes se encargaron de su custodia y de su traslado a los juzgados provisionales penales.

El inicio de la vista oral, la segundo de las ocho señaladas, estaba previsto a las 10 horas, pero no pudo comenzar hasta las 11, por lo que todo ese rato permaneció dentro del coche de la Policía Nacional. En el juicio, que quedó visto para sentencia, un roll up publicitario sirvió de biombo para separar a la presunta víctima de su agresor.

Los agentes no disponían de ninguna sala para llevar al preso. Tampoco hay una zona de espera para denunciantes, denunciados, intérpretes, testigos ni tampoco para las víctimas de los juicios por violencia de género, por lo que ellas también deben permanecer a la intemperie, en el exterior de la pequeña sala donde se celebran las vistas orales.