Mientras avanza la construcción de la nueva depuradora de Ibiza, las canalizaciones necesarias para que funcione esta estación siguen sin iniciarse ni estar aún autorizadas por el Ministerio de Medio Ambiente. Se trata de las tuberías que deben conducir hasta la depuradora la materia fecal procedente de la ciudad y las que después llevarán el agua ya depurada hasta el emisario submarino de Talamanca, ya construido.

Con diferencia, el municipio más afectado por estas canalizaciones (las que irán desde la depuradora hasta el mar, en Talamanca) será el de Santa Eulària. El concejal de Urbanismo, Mariano Juan, admitió que se han producido dificultades para hallar el trazado más adecuado, pero aseguró que ya se ha consensuado uno que sólo está pendiente del visto bueno final del Consistorio.

«El Ministerio, hace un año aproximadamente, nos propuso un trazado de dos kilómetros para pasar las tuberías por en medio de Puig d'en Valls», señaló el concejal, quien añadió que tras pedir los correspondientes informes a Aqualia, Red Eléctrica, Redexis Gas y Aguas del Torrente des Fornàs, advirtieron de que se iban a afectar tuberías de todas estas empresas. «Aparte de ello, no nos parece bien que se vaya a reventar el pueblo» con nuevas obras, manifestó Mariano Juan.

Intercambio de propuestas

Como consecuencia de ello, el Ayuntamiento presentó una contrapropuesta en la que el trazado de las tuberías de la depuradora discurriría por el torrente de Puig d'en Valls y por caminos públicos en suelo rústico. La dirección general de Recursos Hídricos desaconsejó pasar la canalización por el torrente. El Ministerio ha diseñado un trazado alternativo que pasa sólo por caminos públicos «y está previsto que lo presenten al Ayuntamiento la semana que viene», señaló el concejal de Urbanismo.

Mariano Juan considera que no habrá problemas para aceptar ya esa propuesta. Una vez tomada la decisión final sobre el trazado, la cesión al Ministerio se formalizará «en el acto, mediante un simple decreto del alcalde», informó.

El Ayuntamiento, aprovechando la situación, ha solicitado al Gobierno central que instale una tubería añadida en estas canalizaciones «para poder regar con agua depurada los jardines de Puig d'en Valls».

Por su parte, el Ayuntamiento de Ibiza afirma que en su día ya cedió al Ministerio los terrenos que tenía que ceder para estas canalizaciones, mientras que Sant Antoni apenas tiene suelo afectado por estas obras.

El equipo de gobierno de Santa Eulària afirma no estar preocupado por el desarrollo de estas negociaciones, puesto que, «de momento, la depuradora se está construyendo» y las posiciones sobre el trazado de las tuberías están ya bastante cercanas.

Algunos colectivos, como la Alianza del Agua, han expresado su temor a que termine la construcción de la nueva depuradora y no lleguen a estar terminadas sus canalizaciones, por lo que se produciría una situación como la que retrasó considerablemente la puesta en marcha de la desaladora de Santa Eulària o la depuradora de Cala Tarida, en Sant Josep.