«Ha sido una pena, una lástima». Con estas palabras algunos diputados ibicencos de partidos contrapuestos lamentaban que, en el último momento, la «histórica» ley aprobada ayer en el Parlament balear, reclamada desde hace dos décadas, con la que se reconoce la condición de capital de Vila y, sobre todo, un régimen económico especial para financiar servicios que el Ayuntamiento presta a los residentes de toda la isla, no aumentase la dotación económica prevista inicialmente por el PSOE.

Tal como se acordó en ponencia, la nueva ley prevé que se haga un estudio para cuantificar las inversiones que tanto el Govern balear (el 70%) como el Consell de Ibiza (30%) han de consignar cada año a Vila por su condición de capital de la isla, aunque durante los próximos cuatro años dicha cantidad será «como mínimo de cinco millones de euros».

El PP exigía a través de una enmienda que dicha cantidad fuera de siete millones, tal como se cuantificó en el estudio que encargó Vila hace años y que el pleno de Vila en 2010, presidido entonces por la socialista Lurdes Costa, aprobó por unanimidad. Este infome económico se ha actualizado en este mandato. El PP reivindicaba además, a través de la misma enmienda, que la Comunitat Autònoma destine el 5% de sus inversiones reales anuales a Vila y el Consell de Ibiza el 20%. No hubo acuerdo en comisión.Acuerdo PSOE-PP truncado

Acuerdo PSOE-PP truncado

Sin embargo, PP y PSOE dieron su brazo a torcer con una transacción de Podemos a la enmienda de los populares, con la que se incrementaba la propuesta inicial del texto legislativo, de cinco millones anuales, a seis millones, además del 5% de las inversiones previstas en el presupuesto del Govern balear (la media de los últimos cinco años) y el 20% de las del Consell.

Més per Menorca truncó ayer en el pleno el quorum de los principales partidos al no aceptar la tramitación de la transacción (se necesita unanimidad de la cámara), por lo que ni siquiera se sometió a votación. Sin esta posibilidad, el PP no retiró su reivindicación inicial de los siete millones de euros anuales, pero los partidos de la izquierda la tumbaron.El acuerdo para Menorca

El acuerdo para Menorca

Tampoco se aceptó ninguna otra de las enmiendas que habían llegado vivas al pleno, por lo que la ley fue aprobada tal cual como salió de ponencia. Finalmente, el PP retiró la enmienda con la que pedía que la ley incorporara una disposición adicional para que el Parlament apruebe otra ley para que, tras la elaboración de un estudio económico, el Govern balear transfiera anualmente al Consell de Menorca una cantidad por ser Menorca Reserva de Biosfera. Lo hizo porque previamente, tal como había pactado con el PSOE, el Parlament aprobó una proposición por la que la cámara se compromete a que en la próxima legislatura se tramitará una ley para que Menorca tenga también un régimen económico especial.

Para tratar de salvar la transaccional de Podemos (la financiación de seis millones anuales), el diputado socialista Xico Tarrés imploró al expodemista Salva Aguilera, que inicialmente también se negaba a aceptarla, y al portavoz de Més per Menorca, Nel Martí, que admitieran que se pudiera incorporar en la votación. «No se me caen los anillos. Me pondré de rodillas si hace falta y no me sentiré humillado si es para lograr una situación mejor para Ibiza», dijo, al tiempo que insistió en que esta ley «no va contra nadie». No sirvió de nada porque Martí se negó.

«Un plato de lentejas»

«Un plato de lentejas»

Por su parte, el diputado ibicenco del PP Miquel Jerez aseguró en una de sus intervenciones que sería «imperdonable» que la financiación prevista en la ley de capitalidad «se quedara corta» y «a expensas de un estudio económico», cuando el que se hizo hace 10 años ya apuntaba que Vila necesitaba siete millones de euros anuales. «Hay que pensar en grande, no en aventuras cortoplacistas y aceptar un plato de lentejas», advirtió.

Jerez insistió en que los ciudadanos de Vila esperaban que los diputados tuvieran «altura de miras» y «no defraudasen a nadie». «Esta ley llega en el último suspiro y a las puertas de unas elecciones, pero nunca es tarde si la ocasión lo vale. Demasiado tiempo ha pasado ya desde que se planteó este tratamiento diferenciado para la ciudad de Ibiza», recalcó.

También dijo que coincidía con Tarrés en que la ley de capitalidad de Vila «no va contra nadie» y subrayó que, en su caso, él apoyaría «una propuesta similar para Menorca de forma incondicional».Las dudas de Més per Menorca

Las dudas de Més per Menorca

El portavoz de Més per Menorca, Nel Martí, explicó que su grupo no se opone a que se mejore la financiación de Ibiza, pero cuestionó que la fórmula elegida fuera la adecuada, ya que incluso, dijo, podría ser perjudicial. «Creemos que, tal como ha quedado, no da respuesta a las necesidades de Ibiza y que incluso tiene aspectos negativos», advirtió, en referencia, por ejemplo, a que Vila podría perder, según su criterio, los fondos de cooperación local que actualmente recibe de la Comunitat Autònoma.

«No es un problema de ver quién se lleva la parte más grande del pastel. El Govern destina cada año una inversión de 36 millones a Ibiza [26 por el pago de las autovías] y de ocho a Menorca y no hay ningún problema en ello», dijo Martí, que también calificó de «apresurada y electoralista» esta ley, que se podría haber hecho «mucho mejor».

Antes del debate del proyecto de ley de la capitalidad de Vila, Martí defendió una propuesta para que el Consell Consultiu emita un dictamen sobre la misma dadas «las muchas dudas» que, según el portavoz de Més per Menorca, suscita. «Si hay tanta unanimidad por qué no hacer las cosas mejor, sin tanta prisa», justificó Martí, aunque todos los grupos de la cámara tumbaron su iniciativa al no apreciar que esté «en riesgo» la seguridad jurídica del texto legislativo.

Sobre las dudas del diputado menorquín y los problemas que, según remarcó, puede surgir en la aplicación de esta ley, Tarrés respondió lo siguiente: «Podemos ser tontos, pero no tanto como para aprobar una ley que vaya en contra nuestra». «Si empezamos a tirarnos cosas a la cara de una isla a otra nos haremos daño y esto no es hacer comunidad autónoma. Ayudémonos entre todos», agregó.

El diputado de Podemos Aitor Morrás recalcó que el de ayer era «un día para alegrarse, no para entristecerse; un paso más en la evolución de Ibiza como centro neurálgico». Y pese a las críticas de Martí agradeció que se hubiera «bajado el tono del debate de lo que parecía un derby entre islas».