Los alumnos de la escoleta Es Fameliar de Santa Eulària -que forma parte de la red de escoletes públicas del Consell de Ibiza - han estado meses sin poder comer yogures o pan del día y sin disponer de alimentos específicos para aquellos que presentan determinadas intolerancias, debido a la falta de proveedores que suministren estos productos al centro, denuncian padres y madres del centro y confirman tanto desde la propia escoleta como desde la institución insular.

«Hace meses que el servicio de comedor está sufriendo irregularidades como, por ejemplo, no darles yogur a los niños cuando en el menú que nos dan a los padres hay un día a la semana que está puesto», explica una familia, que agrega que al no tener pan del día «de barra o payés» que sólo se da «una vez a la semana», se ofrece a los pequeños pan tostado de tipo biscotes.

«En cuanto a las galletas, no dan para los que tienen alguna intolerancia», agrega al tiempo que otra madre señala que no hay sin proteína de la leche, a la que su hijo es intolerante. «También hay problemas para hacer comida adaptada a los intolerantes», comenta un padre que señala que no hay pasta sin gluten para niños intolerantes al trigo, por lo que cuando toca ese alimento se tiene que dar otro como arroz.

Desde la escoleta constatan, en efecto, esta situación aunque dejan claro que los niños que están en el centro no se quedan en caso alguno sin comida o sin postre. «A los que no pueden comer algo, se les da fruta», explica un padre y desde el centro señalan que el día que tocaría yogur se pone fruta. «Pero no es lo que toca. Si toca yogur o yogur de soja para los intolerantes, es lo que hay que darles, porque antes lo teníamos», agregan.

Asimismo, se ha permitido a los padres y madres que lleven al centro productos específicos como las galletas para determinadas intolerancias, por ejemplo, para que los niños puedan tomarlas igual que hacen sus compañeros.

Desde la escoleta señalan que esta situación se da «desde finales del curso pasado». Explican que antes este tipo de productos los servía un supermercado de Santa Eulària y que, desde entonces, dejó de hacerlo y se encuentran con que no tienen nadie que se los suministre.

Desde el Consell -que indican que entienden «las quejas y las críticas de los padres»- comentan que el problema radica en que determinados lotes de comida, cuyo suministro se saca a concurso, se encuentran desiertos ya que no hay empresas que opten a ellos. Indican que eso sucede con el de alimentos para personas intolerantes y, desde la escoleta, añaden que se da también en los de yogures y de pan.

«Eso es un gran problema porque se tiene que pagar todo de caja fija y contratar con empresas que no pueden facturar más de 15.000 euros al Consell, porque si no ha de salir a concurso», apuntan desde la institución insular, y agregan que hay algunos que no quieren trabajar con la administración porque «se tiene que hacer a través de factura electrónica y les genera un gasto de gestión y quieren cobrar en metálico».

La situación en cada escoleta de la institución es diferente. En la de ses Païsses, en Sant Antoni, esos productos concretos los proporciona un supermercado del barrio, que luego envía la factura electrónica al Consell, por lo que no tienen problema de suministro.

Esta semana la directora de la escoleta de Es Fameliar mantuvo una reunión en el Consell para tratar de resolver la situación. Fuentes del centro explican que se le entregó dinero para que puedan comprar todos los productos que necesitan. No obstante, estas fuentes insisten en que este asunto no debería ser competencia suya y que es la administración quien debería buscar la forma de que se les suministren los alimentos que necesitan.