La Policía Local de Santa Eulària ha detenido este domingo a un hombre al que se le impidió el acceso a un bar hasta tres veces con intención de continuar una discusión violenta con otros clientes y personal del negocio, informa el ayuntamiento en una nota de prensa. El hombre, formalmente acusado de una desobediencia grave a los agentes de la autoridad, insultó y amenazó a uno de los policías en diferentes ocasiones.

A las 16.15 horas de domingo se recibió el aviso de que un cliente de un bar de la calle Sant Joan estaba increpando a otros usuarios y al personal del establecimiento y se solicitaba la mediación policial. La patrulla comisionada llegó a los pocos minutos e identificó J.F.J. puesto que estaba gritando y profiriendo insultos en la vía pública. Para tratar de recavar información de las partes y serenar los ánimos, los policías pidieron al cliente que se apartara de la puerta del establecimiento y les informara sobre lo que había sucedido, momento en que el hombre empezó a resistirse, golpeando las manos de los agentes cuando estos lo indicaban que tenía que retirarse de la puerta del local.

Los policías le informaron de que, de no dejar su actitud, podría ser detenido. El hombre, en lugar de parar su comportamiento, continuó gritando, exigiendo el cierre del local y empezó a insultar y a amenazar a uno de los agentes. La patrulla tuvo que interponerse en diferentes ocasiones entre el hombre y la entrada del bar para evitar que J.F.J. entrara a su interior con intenciones de provocar un altercado.

El hombre aceptó finalmente marcharse del lugar, pero a los pocos minutos volvió nuevamente con intención de enfrentarse a los ocupantes del establecimiento. Así lo hizo hasta tres veces en 30 minutos y siempre los agentes presentes hablaron con él para convencerle de que no tuviese ese comportamiento. Finalmente, ante la actitud violenta del hombre, que ignoró los requerimientos policiales y las advertencias de que podía ser detenido, los agentes consideraron que J.F.J. tenía que ser arrestado para preservar su integridad y la de los otros usuarios del bar.