El número de afectados por el brote de sarna de la residencia Sa Serra, en Sant Antoni, asciende ya a 16, según confirmó ayer por la mañana la conselleria balear de Salud. Esto supone más del doble que el pasado viernes, cuando los contagiados por este parásito eran siete: cuatro usuarios de la residencia, dos trabajadores y la pareja de uno de estos últimos.

Ayer a mediodía el número de internos de la residencia con sarna seguía siendo el mismo, cuatro, sin embargo, se habían disparado los empleados del centro contagiados: un total de doce.

Desde la conselleria balear de Salud señalan que el servicio de Epidemiología no ha concluido aún la investigación que se está llevando a cabo, por lo que el número de afectados aún podría variar.

El brote se detectó el pasado viernes por la mañana, cuando llegó la notificación a la conselleria. En ese mismo momento, desde la conselleria de Servicios Sociales (responsable de la residencia a través de la Fundación para la Dependencia) se informaba de que el centro había activado ya el protocolo establecido en estos casos para evitar que más personas se contagiaran de sarna, una enfermedad causada por un parásito.

Ambas conselleries han insistido en todo momento en recordar que la sarna, en contra de la opinión popular, no está relacionada con la falta de higiene. Además, recalcan que no es extraño que se produzcan brotes en lugares en los que convive mucha gente.

Eso sí, reconocen que es muy contagiosa, por lo que los trabajadores afectados están de baja. El tratamiento es algo engorroso, ya que consiste en una crema que debe extenderse por todo el cuerpo, especialmente por las zonas en las que notan más picores. Además, tienen que lavar a al menos 60 grados toda la ropa con la que han estado en contacto, incluida la de cama e, incluso, las fundas de los sofás.