Un grupo de vecinos de Cala de Bou ha entregado al Ayuntamiento de Sant Josep 400 firmas para pedir una solución a los problemas que, según denuncian, les ocasionan dos bloques inacabados en el complejo Cosmos Plaza, que se encuentra en la confluencia de la avenida Cala de Bou con la calle Burgos. Según advierten, ambas construcciones representan un peligro, sobre todo cuando llueve, ya que se han desprendido cascotes de los voladizos que han caído a la vía pública que podrían alcanzar a algún transeúnte. (Ver galería de imágenes)

Los dos bloques que generan los problemas señalados por los de los vecinos se forman parte del complejo Cosmos Plaza, formado por cinco edificios de dos plantas de altura. «Hace 30 años que llegué aquí y desde entonces esos dos bloques están sin acabar», recuerda una de las promotoras de la recogida de firmas. «¿Cómo se puede permitir esta imagen en primera línea de una zona turística como es Cala de Bou?», lamenta.

Complejo comercial

Durante el proceso de construcción de este complejo, según explican los afectados, el propietario que se quedó con estos dos bloques dejó los trabajos sin finalizar, y el piso superior mantuvo solo con la estructura. Uno de los edificios, el que se encuentra en primera línea de la avenida Cala de Bou, haciendo esquina con la calle Burgos, alberga una oficina de alquiler de vehículos en la planta baja y uno de los bajos se usa como depósito de motos. En cambio,el otro bloque, que se encuentra en la parte posterior, tan sólo tiene acabado uno de sus bajos, que cuenta con una sede Alcohólicos Anónimos, mientras que el resto se encuentra tapiado por bloques.

El resto de los bajos que conforman el complejo comercial del Cosmos Plaza albergan una ofician de Caixabank, una farmacia, una floristería, una peluquería, un centro médico privado y un club que imparte clases de artes marciales. Se da la circunstancia de que el pasillo que divide el recinto también tiene una parte del suelo sin finalizar ni sin baldosas, ya que corresponde a la propiedad de los dos bloques que se han dejado a medias.

Según denuncian los promotores de la recogida de firmas, llevan años presentando sus quejas ante el Ayuntamiento de Sant Josep «sin que hayan hecho nada». También presentaron una denuncia ante la Guardia Civil después de que, hace tres años, se incendiara el piso donde vive un okupa, sin que tampoco hayan visto soluciones a la vista ante a esta situación.

«El principal problema es que esto supone un riesgo para la seguridad, porque está en muy malas condiciones después de 30 años sin acabar», lamenta otra de las propietarias de un negocio en la zona.

«Yo he visto caer trozos de voladizo y cascotes abajo que, por suerte, no cayeron encima de nadie». También se quejan de que las estructuras inacabadas son una fuente de goteras y que forman un torrente de agua hasta el aparcamiento que se encuentra en el subsuelo.

Okupas y botellón

Según explica, en verano vive un grupo de okupas en una de las plantas, aunque este invierno solo permanece uno. «Es un extranjero de mediana edad que a mí no me ha dado problemas, pero viene a verle gente joven que entra y sale continuamente y hacen botellón». «Nos encontramos muchas veces con que han orinado por el pasillo y tenemos que limpiarlo porque es insoportable», lamenta esta propietaria.

Por su parte, el Ayuntamiento de Sant Josep, que recibió las firmas el viernes, anunció ayer que el documento acaba de pasar al departamento de Urbanismo y que estudiará el estado en que se encuentra el edificio para ver si puede actuar, ya que se trata de una propiedad privada.