¿Qué es la profesionalización docente?

La profesionalización no se acaba nunca. Está muy relacionada con el propio crecimiento personal. El crecimiento profesional no debe estancarse nunca, creces en función de los nuevos retos a los que te tienes que enfrentar. La sociedad cambia y también la educación y lo que pasa en las aulas y debes desarrollar nuevas estrategias y herramientas para poder responder a esas nuevas necesidades. La profesionalización docente es la capacidad de combinar los recursos que ya tienes con nuevas perspectivas para hacer tu propia mezcla, tu propia estrategia, para enfrentarte a esos retos. Es un proceso que no se acaba nunca. Está relacionado con la experiencia, pero no se trata de acumular años de experiencia sino de que, sobre todo, tengas una mirada analítica y crítica sobre lo que pasa en el aula y la propia actuación. Se trata de replantearse continuamente, no cada día, y avanzar a partir de ahí.

¿Los profesores lo hacen? ¿O cuesta?

Es más complejo de lo que parece. Los buenos profesores son aquelllos que crecen continuamente, que una vez que han detectado el proceso, lo trocean y lo hacen transparente. Los que entienden que esos procesos, que son inconscientes, se pueden sistematizar y tener más potencial. Es un proceso que reconocen enseguida porque se hace intuitivamente, pero que luego hay que sistematizar y si eso se hace de forma colaborativa el potencial es más grande.

Es más fácil ver lo que pasa si alguien te observa.

¡Exacto! Creando grupos de observadores, pero hay que prepararlo porque no tenemos esta cultura y la gente piensa que quien va a observar va a valorar, evaluar y juzgar. Y no es así. Es importante educar la mirada observadora y entender que compañeros que se observan entre sí se pueden ayudar para ir creciendo. Aquí no tenemos esa cultura, pero vamos dando pasos.

Es curioso que a un profesor que observa y evalúa a sus alumnos no le haga gracia que otro profesor le observe y le evalúe.

Sí, lo es. Pero esto es porque aquí no ha habido una tradición de observación, de trabajar el desarrollo profesional desde la reflexión conjunta. Ha estado muy atado a la formación. Hay formaciones que promueven la profesionalización y otras que no, como las que son puramente transmisivas. Por eso es importante que se hagan estos procesos y que el centro de profesorado ayude a esta transformación de las aulas.

¿Un docente que no crezca como profesional está condenado al fracaso?

A ver... no me gusta hablar en términos tan drástricos. Hay docentes que van a muchas formaciones, pero que luego no transforman las aulas. Ahí pasa algo. Hay que mirar desde dentro hacia fuera, no al revés. La formación continua no es ir a muchos seminarios. Hay docentes, muy buenas personas y con ganas de evolucionar, que van a muchos seminarios, les gusta mucho, pero luego no pasa nada en sus aulas, no las transforman con aquello que se les propone. La formación tiene su espacio, pero no es la clave para la transformación.

Imagino que las formación es estándar, pero que luego la realidad de cada aula y cada docente es diferente, ¿no?

Ahí está la clave. Cada aula es una realidad diferente y cada profesor, también. Lo que obtiene de la formación pasa por un proceso de apropiación, es decir que no lo aplicará exactamente sino que pensará con qué se siente cómodo y si le puede ayudar realmente en su realidad. Lo importante no es tanto lo que te aporte la formación sino lo que pasa antes y después. Detectar en qué puedes mejorar y, cuando alguien te hace propuestas, ver si todo eso tiene algún sentido y cómo hay que adaptarlo para solucionar los problemas o para que ayude a avanzar en el aula. Es más importante el antes y el después que la formación. Por eso alguien debe acompañarles.

¿Qué beneficios tiene para los alumnos la transformación del aula?

Ya empezamos a tener evidencias de que tiene beneficios. Incluso en centros de Eivissa porque en el Centre de Professors han construido un modelo formativo interno para esta transformación.El primer beneficio es la motivación del profesorado, cómo tiene la sensación de que se enriquece, porque sin enriquecimiento no hay transformación. Llevo el seguimiento de muchos centros y lo primero que notan es cómo cambia la motivación del alumnado, una pieza clave para que haya aprendizaje. Hay centros, incluso, que van más allá y han visto cómo han tenido mejores resultados en pruebas como PISA. Son evidencias muy importantes, las estamos documentando y se está viendo de forma clara si hay una buena transformación. Esto es un proceso lento, de un curso como mínimo, y seguro. La transformación aumenta la motivación de docentes y estudiantes y mejora los resultados de aprendizaje. ¡Mira si hay beneficios!

¿La motivación es básica para aprender?

Absolutamente. Cuando el profesor está motivado de verdad no se interpreta como una moda más.

¿Hay que hacer esta transformación porque los niños de hoy no aprenden como los de antes?

¿Sabes qué pasa? Es una cuestión que me plantean muchas veces y lo que pasa es que la investigación en educación y las teorías de aprendizaje y enseñanza han evolucionado mucho. Esto no viene de la nada, es que ahora se ha visto que quienes no trabajan sólo con modelos transmisivos y de memorizar ganan en motivación y mejoran el aprendizaje. Son resultados de investigaciones en educación. En Medicina, cuando hay resultados de investigaciones, se aplican enseguida. En educación, en cambio, se pone en cuestión porque la sociedad dice «como siempre hemos aprendido así...». El hecho de que aprendiéramos así no quiere decir que aprendiéramos mejor. Cuando estaba en másters muchos alumnos me decían que aprendían memorísticamente y yo siempre les preguntaba si tenían la sensación de haber aprendido. Adivina la respuesta.

Que no.

Efectivamente. Hay que buscar el enfoque pedagógico y el metodo que haga aprender. Y para ello hay que replantearse las cosas.

Personalmente, cuando más aprendo es cuando me emociono. ¿Es posible?

Estoy feliz de que me digas eso. Ése es uno de los factores que más se estudia ahora. Si te emocionas, te motivas. Es de cajón. Mira, soy de lenguas extranjeras y estamos viendo cómo a través de las emociones se puede fomentar la comunicación de una lengua, quererla. No tiene nada que ver con trabajar en la gramática. Las emociones están atadas a la motivación y es un ámbito de investigación impresionante, hay una cantidad de publicaciones sobre esto... La emoción es básica para aprender. También para enseñar. Fíjate que vamos a parar a la lógica pura y a las experiencias del día a día. No eres la primera que me dice que cuando aprende es cuando se emociona. Somos humanos y nos hemos ido a la teoría, al conocimiento conceptual, que es necesario, pero hay que ubicarlo a partir de las experiencias y las emociones.

Usted es experta en lenguas. ¿Por qué aquí tenemos fama de que se nos da fatal apenderlas?

Lo tengo muy claro. Porque las metodologías no son activas, que son las que te enseñan a comunicarte en otra lengua. Si enseñar quiere decir sólo hacer gramática en el aula, ya me dirás. Te desmotivas, emocionalmente, no tienes una relación afectiva con la lengua. Es cierto que unos tienen una capacidad más innata que otros, yo soy negada en matemáticas, por ejemplo, pero cuando las entiendo me van bien. Pues con esto igual, con una metodología bien llevada te aseguro, y tengo evidencias, de que gente que es negada, pero que se implica emocionalmente, aprende. La metodología de aula es la clave.

En las aulas, el catalán parece la lengua más débil. ¿Aumentar la lengua extranjera es una excusa para reducir el catalán?

Sí,es una lengua minoritaria y hay políticas educativas y lingüísticas. Siempre pongo como marco Suiza, que tiene cuatro lenguas y las cuatro están presentes en la escuela, y con fuerza, porque la política lingüística como confederación es fomentar la diversidad y que todas las lenguas estén presentes. El catalán tiene la cooficialidad, pero hay un discurso por parte del gobierno central demoledor y esas políticas lingüísticas hacen mucho daño. Tendría un estatus diferente si en el resto de las comunidades tuvieran la opción de aprender estas lenguas cooficiales. Los partidos hacen política de esto y es peligroso.

¿Se olvidan de que un niño bilingüe tiene luego más facilidad para aprender otras lenguas?

Se olvidan de eso porque les interesa olvidarse. Hay muchos discursos, no hace falta que nombremos partidos, que dicen que el catalán mata al castellano. ¡Es tan absurdo! Lo que deberíamos hacer es una sensibilitzación lingüística, ver la riqueza que supone tener un país plurilingüe, pero como hay una supremacía de una de las lenguas oficiales... Hay muchas investigaciones que dicen que un niño plurilingüe tiene más capacidad de aprender luego otras lenguas. Y es más tolerante.

Volviendo a la transformación de las aulas, ¿cuál es el papel de las familias?

Tienen un papel muy importante porque, de la misma forma que la transformación en los docentes requiere un cambio de chip, de perspectiva, las familias también necesitan que alguien las ayude a hacer este cambio. Te pongo un ejemplo que nos está pasando ahora en Cataluña. Con los nuevos currículums y los decretos de evaluación no se pueden poner notas a los alumnos, pero las familias tienen en la cabeza lo que significa un 4, un 6 y un 10. Son símbolos y lo importante es saber qué hay detrás de esos símbolos. Hay que incorporar a las familias, es muy importante. Si se les plantea algo en la escuela, una nueva perspectiva, no la pueden entender si nadie se lo explica. Hay que ir todos a una. En todo. Y no hay que olvidar que las familias tienen su propio recorrido de aprendizaje, y hay que ayudarlas a abrir su perspectiva para entender esos nuevos recorridos de aprendizaje que son más adecuados para sus hijos.