Hace 25 años. A una semana de la visita de los reyes a Ibiza se ultimaban los preparativos para que todo saliera bien. Los operarios municipales comenzaban a colocar las banderas oficiales por las calles que recorrerían los monarcas y se reunía la junta de seguridad con representantes de la Casa Real.

El 14 de marzo de 1994, la Audiencia Provincial de Palma comenzaba a juzgar a los propietarios de la finca Can Partit, frente a la Necrópolis de Puig des Molins. Estaban acusados de ordenar la destrucción, a media tarde del 12 de mayo de 1986, de un yacimiento arqueólogico fenicio que databa del siglo VI antes de Cristo, 500 metros cuadrados en los que se habían encontrado medio centenar de sepulturas de gran valor histórico. Sobre ese solar se construirían apartamentos. La fiscalía pedía 350 millones de pesetas de indemnización al Estado, así como ocho años de cárcel para tres de los acusados. María Luisa Cava de Llano ejercía entonces la acusación particular: pedía que se indemnizara con 500 millones de pesetas al Consell y que los encausados cumplieran una condena de diez años. Meses antes de su destrucción, el Consell negociaba con la propiedad para comprar ese solar.

El Consistorio de Vila proyectaba adecentar los accesos de la ciudad plantando palmeras y ajardinando las rotondas. Estaba dispuesto a gastarse 30 millones de pesetas. La zona más problemática era (y sigue siendo) ses Figueretes, donde con esa intervención se pretendía «disimular el aspecto urbanístico».

50 años.

El puerto, a debate. Abrió Es Diari un debate sobre el puerto y su funcionalidad. Opinó quien quiso, pero también voces autotizadas como la del práctico Camilo Cesáreo. Este defendía el pantalán de descarga de buques petroleros. Reconocía que era «antiestético», pero aseguraba que facilitaba las maniobras: «Nos sirve -dijo- incluso de balizamiento de la barra. Nos indica dónde está y protege para que el barco no penetre allí». Eso sí, advertía de que se estaba quedando pequeño. Necesitaba más líneas de atraque.

José Bermejo de Blas, comandante militar de Marina en las Pitiüses, también aportó su opinión. Recordó que el el puerto ya se estaba dragando, empezando por el canal del futuro muelle pesquero (que estaba paralizado porque la compañía que debía encargarse de las obras había quebrado); además, se había proyectado transformar toda la parte interior del dique de abrigo en muelle de atraque, así como crear un muelle comercial y petrolero a continuación del pesquero, el futuro martillo.

75 años. Sale Ibiza. El domingo 12 de marz0 de 1944 se publicaba el primer número de la revista Ibiza, «nacida al calor de unos

corazones entusiastas y gracias al estímulo fervoroso de nuestras gentes», comentaba Es Diari. El periódico informaba esos días, además, de que habían sido admitidos los primeros componentes de la cofradía del Santo Cristo Yacente y de que las mujeres de Acción Católica estaban recaudando «limosnas» para la adquisición de una imagen de Nuestra Señora de la Soledad, con el afán de llevarla en andas en la procesión de Viernes Santo, si bien aplazaron el encargo por «la premura de tiempo». En 1945, quizás saliera.

La alcaldía avisaba de que los niños en edad escolar debían asistir a la escuela: «Fuera de las horas de clase, han de cuidar los padres de que sus hijos no se dediquen a juegos o travesuras que molesten o causen daños o perjuicios. Para los juegos con pelotas, los sitios adecuados son los campos de es Pratet y Portal Nou», señalaba el alcalde, Francisco Ferrer, en un bando publicado en este periódico. Los menores de 16 años no podían permanecer en locales que sirvieran bebidas alcohólicas.

100 años.

En Es Diari y supervisando las subsistencias. Ante el problema de abastecimiento, se creó una junta local de subsistencias el 12 de marzo de 1919 ,de la que fue nombrado presidente Francisco Verdera, director de Diario de Ibiza, además de veterinario. Los poseedores de «substancias alimenticias y de primeras materias» debían presentar en 15 días relaciones juradas de todo lo que acumulaban. El problema empezaba a ser peliagudo. El alcalde, Juan Hernández, remitió telegramas al diputado Carlos Román y al Gobierno para que enviaran urgentemente a Eivissa 100 toneladas de trigo «para consumo de la población». De no recibirse, auguraba «un serio conflicto»