«Asfixiadas» económicamente. Haciendo «malabarismos» para no prescindir de ningún trabajador o teniendo que elegir entre despedir a un administrativo o a un fisioterapeuta. Así se encuentran en estos momentos las asociaciones sociosanitarias de Ibiza, según denunciaron ayer varias de ellas. El motivo: el retraso en la firma de los conciertos con el Consell de Ibiza para sufragar los servicios que prestan a personas con discapacidad.

«Llevamos casi tres años esperando. Todas las asociaciones afectadas nos hemos reunido con el presidente del Consell y la consellera de Bienestar Social, pero los conciertos no llegan», explica Susi Fresneda, presidenta de la Asociación de Personas con Necesidades Especiales de Eivissa y Formentera (Apneef). La gerente de esta misma asociación, Carmen Boned, critica que Ibiza es la única isla de Balears en la que el consell insular no establece conciertos con las asociaciones para prestar servicios de primera necesidad, lo que les obliga a financiarse a través de subvenciones que, recuerda, «nunca sabes, hasta que te la conceden, de cuánto va a ser». «Es urgente que se aprueben los conciertos», insiste Boned, que confiesa que las asociaciones temen que acabe la legislatura sin que esto esté solventado. «Este retraso de tres años es insostenible», reitera la gerente de Apneef, que recuerda la inversión que han tenido que hacer todas las asociaciones que pretenden acceder a los conciertos, ya que estos exigen a las entidades que funcionen, prácticamente, como una empresa: «Hemos tenido que obtener las certificaciones de calidad, garantizar la ley de protección de datos, tener planes de riesgos laborales, auditorías... Todo esto son inversiones que hemos tenido que afrontar sin tener aún la opción de concertar servicios».

Reducir plantillas

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En el caso de Apneef, explica Boned, la falta de financiación ha obligado ya a despedir a trabajadores de la parte administrativa: «Había que escoger entre los que prestan servicios a los usuarios o alguien de administración y asumir nosotros ese trabajo extra. O subir las cuotas, pero eso era algo que no queríamos hacer».

La Asociación de Madres y Padres de Discapacitados de Baleares (Amadiba) de Ibiza no ha prescindido de ningún trabajador pero ha amortizado las plazas de los que se han marchado en un intento de reducir gastos ante la demora de la aprobación de los conciertos por parte del Consell de Ibiza. «Hemos aguantado lo que hemos podido sin contratar a esas personas», comenta una portavoz de las familias y los trabajadores de Amadiba, que afirma que las asociaciones están «asfixiadas». «Estamos prestando unos servicios básicos. Hay que pagar a los trabajadores, alquileres, suministros... Si no se paga rápido puede ser una quiebra», insiste esta portavoz, que recuerda que firmar un concierto con el Consell supone la garantía de recibir un dinero por cada usuario y día que se le preste un servicio «esencial»: residencial, centro de día o centro ocupacional.

«En el resto de Balears ya existen los conciertos, aquí llevamos años luchando para ello y ahora vamos contrareloj», insiste esta portavoz de las familias y los trabajadores de Amadiba, que destaca lo «difícil» que ha sido en Ibiza «cambiar la mentalidad» y revertir la forma de financiar a las asociaciones para pasar de las subvenciones a los conciertos. Esta portavoz señala que la semana pasada se aprobó ya el concierto para las viviendas tuteladas, pero recuerda que aún faltan todos los demás. «Se trata de cubrir derechos que tienen estas personas, esto no es subvencionable, debe estar garantizado», insiste.

De hecho, las asociaciones critican la incertidumbre que supone depender de subvenciones. No sólo porque no saben nunca cuánto van a cobrar sino porque, además, el retraso de las convocatorias de las administraciones obliga a las entidades a adelantar un dinero que no saben si recuperarán. Esto le ha ocurrido este año a Apneef, a quien el Govern balear ha recortado de forma drástica una subvención, según lamenta Carmen Boned: «De 90.000 euros a 43.000. Nos ha destrozado».

«En Menorca se tramitó todo en cinco o seis meses, aquí llevan más de dos años y medio para sacar adelante los conciertos», denuncia Rubén Muñoz, presidente de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Ibiza y Formentera (Aemif). Muñoz explica que las asociaciones se han esforzado, desde 2016, para cumplir los requisitos que les exigían para poder concertar servicios con el Consell: «Hemos hecho un gasto, unas inversiones, y aún no hemos recibido ningún ingreso». Muñoz señala que si no fuera por las cuotas que pagan los usuarios y lo que estos aportan por los servicios que les prestan sería «inviable» mantener abierto el centro de rehabilitación neurológica. Estas aportaciones de los usuarios suponen el 40% del presupuesto total del centro, que, a su vez, destina el 80% de éste a las nóminas del personal.