Una vez más, la falta de suficientes recursos hídricos obstaculiza la aprobación de un planeamiento urbanístico, en este caso el de Vila, que prevé la construcción de varios miles de plazas residenciales más para los próximos años.

La Comisión Balear de Medio Ambiente (CBMA), dependiente del Govern, no se ha pronunciado todavía sobre el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que tiene sobre la mesa desde hace meses, debido a que la dirección general de Recursos Hídricos del Govern no ha emitido aún el preceptivo informe.

El presidente de la CBMA, Antoni Alorda, confirmó ayer que permanece «pendiente» del citado informe de Recursos Hídricos, si bien advirtió de que, «sea como sea», tiene previsto emitir informe «en un sentido u otro» sobre el PGOU de Vila «este mismo mes de marzo».

Alorda anticipó, en todo caso, que se ha detectado un problema en la documentación presentada por el Ayuntamiento de Eivissa, y que consiste en la falta de suficiencia hídrica para el crecimiento previsto; es decir, no hay suficiente agua para suministrar a las viviendas contempladas en este Plan General, ni mediante los pozos de suministro ni mediante la desaladora que funciona en la ciudad.

Vila «trata de convencer»

En la actualidad, el Govern y el Ayuntamiento de Eivissa mantienen conversaciones para tratar de buscar una salida a este asunto. El equipo de gobierno municipal ha solicitado a los órganos autonómicos que no adopten todavía una decisión «para tratar de convencernos», señaló Alorda. Vila, al parecer, también ha solicitado ampliar las concesiones de aguas subterráneas como medida para satisfacer las exigencias del Govern.

En todo caso, la Comisión Balear de Medio Ambiente no parece dispuesta a informar favorablemente un Plan General que, en estas condiciones, prevea un crecimiento sustancial de su número de plazas residenciales y turísticas para los próximos años.

Los nuevos crecimientos urbanísticos que se contemplan en el PGOU deberán acreditar de forma fehaciente de dónde obtendrán el agua necesaria para sus residentes. En caso de no poder justificarlo, no se autorizarán esos crecimientos, según la Comisión.

«Hace meses que estamos dando vueltas al tema de cómo se puede garantizar la suficiencia hídrica», admitió Alorda, para quien «la situación de Eivissa es muy dura».

En cuanto al saneamiento, los técnicos del Govern tienen en cuenta que se está construyendo una nueva depuradora en el municipio, si bien mantienen la duda de si «los nuevos suelos urbanizables deben esperar a que esté en marcha la nueva depuradora».

De hecho, hace unos quince años la Comisión Balear de Medio Ambiente prohibió al Ayuntamiento de Eivissa que autorizara en aquel momento nuevos crecimientos urbanísticos mientras que no entrara en funcionamiento la nueva planta. El Consistorio ya trató de sortear esa prohibición.

Alorda admitió, en todo caso, que el PGOU que ha remitido el Ayuntamiento de Eivissa a la Comisión Balear de Medio Ambiente «es mucho mejor» que el anteriormente vigente, por lo que consideró necesario alcanzar acuerdos que permitan terminar con la tramitación en un breve plazo de tiempo. El presidente de la Comisión quiere zanjar la cuestión en el pleno que se celebrará antes de que termine este mes.