El problema de la vivienda en Ibiza disparó el año pasado la demanda de alimentos a Cáritas Diocesana y en verano provocó una situación que no se había dado hasta entonces: usuarios con empleo seguían necesitando estas ayudas porque su sueldo era insuficiente para llegar a fin de mes. Además, desde octubre, cuando finaliza la temporada turística, la entidad de la Iglesia ha registrado un aumento del 40% de las peticiones, ahora tiene «activos» 569 vales de comida, por lo que a mediados de febrero las existencias están al límite y hasta «finales de marzo» no recibirán las procedentes del Fondo de Ayuda Europea para los Más Desfavorecidos (FEAD).

El responsable del programa de alimentos de Cáritas de Ibiza, Pedro Miguel Ramírez, alertó de que con los alimentos que tenían ayer en su almacén sólo podrán hacer frente a las entregas de los próximos 15 días. En la actualidad, desde octubre de 2018, unas 90 familias (la entidad no especificó la cifra exacta de personas) acuden semanalmente a la sede de la calle Felip II de Vila para recoger su lote de comida. Esto supone un incremento de un 40%, ya que antes de ese mes la media de familias del municipio de Ibiza que recibía esta ayuda era de 50 por semana.

En cuanto a la repercusión del cierre del Banco de Alimentos, cuya función asumió en Ibiza Cruz Roja, el coordinador de Cáritas, Gustavo Gómez, señaló que fue un factor más que agravó la situación. No obstante, la causa principal de esta carencia se debe a que la solicitud de la cantidad de alimentos que hicieron al Ministerio de Agricultura, que redistribuye los procedentes del FEAD, fue en base a la demanda de los usuarios de 2017, ya que la entidad no pudo pronosticar que en 2018 variasen tanto las estadísticas.

Por tanto, los alimentos del último reparto que recibió Cáritas de Ibiza de este fondo europeo entre noviembre y diciembre del año pasado ya eran «insuficientes» para ayudar a los colectivos más vulnerables, pero la entidad lo compensaba con los que recibía de donaciones de empresas y/o particulares. Sin embargo, las alarmas han saltado este mes al ver que las estanterías del almacén de Cáritas están casi vacías, por lo que voluntarios de la entidad alertaron en la red social Facebook de esta situación y pidieron colaboración ciudadana para que ninguno de los beneficiarios se vea afectado por el problema. «Este trimestre es el más conflictivo. Se trata de un problema puntual y, por suerte, el Ayuntamiento de Ibiza, Cruz Roja, la Fundación Vilàs y La Caixa, entre otras empresas y entidades, hoy [por ayer] ya se han puesto en contacto con nosotros para preguntarnos qué necesitamos», señaló Gómez.

Además, las personas que quieran colaborar pueden acudir a la sede de Cáritas de Vila de 9 a 14 horas o al comedor social de 17.30 a 20 horas para donar leche, arroz, pasta, latas de conserva y/o aceite.