Ronald James Cooper un sociólogo, escritor e investigador británico afincado en Sant Josep desde 1996, tiene una estrecha relación con Ibiza. No en vano, su tesis doctoral en Sociología (anteriormente se licenció en Filosofía política y Economía) trata sobre Ibiza. La acabó en la Universidad de Oxford en junio de 1974, aunque no se publicó hasta dos años después, con el título: ' An Analysis of Some Aspects of Social Change and Adaptation to Turism in Ibiza' (Un análisis de algunos aspectos del cambio social y la adaptación al turismo en Ibiza). Ahora, más de 40 años después llega a la isla traducida por él mismo al catalán: 'Eivissa i el turisme. Una anàlisi d'alguns aspectes del canvi social i adaptació al turisme a Eivissa'.

«En aquellos años había una corriente de opinión que enfatizaba los aspectos neocolonialistas del turismo. Había ciertas ideas fijas. Como que el beneficio de ese turismo era más para las empresas de los países emisores que para las de sitios como Ibiza», narra Cooper. Y añade: «Sin embargo, yo aquí me encontré una realidad totalmente distinta. Había muchas oportunidades para montar pequeñas empresas. El turismo facilitaba la economía de la isla, pero también cambios sociales».

En cuanto a estos cambios sociales, Cooper destaca las herencias. La tradición ibicenca era la de un sistema que convertía al primogénito en el « hereu principal» mientras que los legitimarios muchas veces lo «pasaban mal e incluso llegaban a emigrar». Con la llegada del turismo los terrenos cercanos al mar, que tradicionalmente no habían tenido valor, comenzaron a «hacer ricos» a los legitimarios.

Y posteriormente, también a raíz de la influencia de la industria turística, se empezó a adoptar el sistema de herencia castellano, más igualitario.

Pero Cooper recuerda: «También hubo muchos cambios que ya se venían produciendo antes de la llegada del turismo. Es incorrecto pensar que sólo por el turismo se produjo un antes y un después en la isla».

La tesis se publicó en 1976 y Cooper ha tenido contacto constante con Ibiza desde entonces. Y con esa perspectiva reconoce que sería posible hacer otra tesis de este último periodo. «El turismo de los años 60 y 70 era una cosa. Fueron los tiempos de los hippys. Los 80, el 85 creo, fue el año del amor y es cuando las discotecas descubren la música house. Y entonces, algunos ibicencos que habían aceptado el turismo de los 70 empezaron a pensar que llegaba una vida demasiado acelerada. Luego llegó el turismo de borrachera y la actitud ante el turismo ha cambiado mucho. Sobre todo por la masificación», explica.

Pero James tiene otra faceta relacionada, en este caso, con la cultura ibicenca. Ha traducido del catalán al inglés varias obras de poetas y escritores de Ibiza. 'L'any en estampes' de Marià Villangómez, al que conoció personalmente en 1970 y del que dice: «El libro trata de la Ibiza de los 50 y es una obra que cito en mi tesis». También ha traducido obras de Nora Albert, a la que conoce personalmente, y del libro de fotografías de Albert Schwartz 'Eivissa 1960', cuyos textos escribió quien fuera presidente del Institut d'Estudis Eivissencs (IEE) Marià Serra.