La Comisión Insular de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Patrimonio Histórico Artístico (Ciotupha) aprobó ayer los proyectos destinados a la elaboración de una carta arqueológica subacuática para los puertos de Sant Antoni y de Santa Eulària. La comisión dio luz verde a la prospección arqueológica submarina que se llevará a cabo para desarrollar esta iniciativa, impulsada por el Consell de Ibiza, en el marco de un convenio firmado con Ports de les Illes Balears para la protección del patrimonio portuario, según informó la institución insular en una nota.

De acuerdo con el convenio, el Consell se tiene que hacer cargo de redactar los proyectos arqueológicos, de su tramitación y de establecer un equipo multidisciplinar formado por técnicos competentes en la materia. Para ello, el departamento de Educación, Patrimonio, Cultura, Deportes y Juventud ha encomendado a dos equipos arqueológicos la redacción del proyecto, que empleará técnicas sofisticadas como el estudio geofísico del fondo marino, mediante una sonda paramétrica, con el fin de dibujar la carta arqueológica subacuática de ambos puertos.

El objetivo es localizar y documentar los restos arqueológicos, que serán georreferenciados, así como elaborar un registro gráfico de los hallazgos, además de proponer medidas de protección adecuadas.

Los trabajos, en concreto, se llevarán a cabo mediante la prospección intensiva superficial del área de estudio, en algunos casos con la realización de sondeos con manga de succión.

Detección de posibles yacimientos

Detección de posibles yacimientos

También se hará una prospección geofísica con aplicación de una sonda paramétrica (perfilador de sedimentos) para verificar la formación de sedimentación en la bahía de Portmany, lo que permitirá detectar anomalías en profundidad dentro del sedimento, es decir, posibles yacimientos que en un futuro se tendrán que tener en cuenta a la hora de realizar trabajos portuarios.

Además, se comprobaran y documentarán las áreas concretas, localizadas durante la misma prospección o conocidas por información oral gracias a las investigaciones de los últimos años. Desde el Consell destacaron la abundante información oral facilitada por varias fuentes, como por ejemplo buzos y pescadores, que resulta «de gran importancia» en la elaboración de este tipo de documentos.