Juan Manuel Díaz, presidente de la asociación de electricistas de la Pimeef, predica con el ejemplo: «Todos los coches de nuestra empresa son eléctricos y funcionan perfectamente», asegura. Cuenta con siete vehículos de esas características, lo que le ha supuesto un considerable ahorro en combustible: «Hace tres años, por siete vehículos pagaba 1.200 euros en combustible al mes. Ahora pago 30 euros por vehículos en electricidad, más el renting, por lo que me sale a unos 90 euros por coche». Ahorra al mes «entre 600 y 700 euros», aproximadamente «el 50%», que podrían ser unos 1.000 euros si no tuviera que pagar el alquiler de la batería.

Díaz contempla el cambio legislativo como una oportunidad que sí pueden afrontar los empresarios pitiusos: «Cualquier empresa de reparto tiene una nave industrial. Si la tiene llena de placas solares (fotovoltaicas), para autoconsumo y para recargar su flota, se ahorraría mucho dinero».

El presidente de los electricistas cree que «la rentabilidad» es el mejor aliciente de la transición al vehículo eléctrico: «El ahorro es inmediato con furgonetas eléctricas. Otra cosa es la inversión para comprarlas. Si se contara con ayudas o subvenciones, sería ideal».

Respecto a si existen en Ibiza suficientes puntos de recarga, considera que para los empresarios no suponen ningún problema: «Los coches de empresas ya salen cargados de sus naves. Esos no necesitan puntos de recarga». Sí es un quebradero de cabeza «para los vehículos de alquiler o particulares que no tengan aparcamiento privado». De ahí que proponga que aparcamientos como el del parque Reina Sofía dediquen el 50% de sus plazas a puntos de recarga.

También insta al Consell y a los ayuntamientos a que «se comprometan». Cree que «se limitan a decir que no es de su competencia. No hacen nada, no se implican a la hora de apostar por el coche eléctrico. Lo que hace falta en Ibiza es concienciar».