La Fiscalía de Ibiza ha formulado acusación por homicidio contra S.G.Z., presunto autor de la muerte de Santiago Garrido, fallecido con 23 años de edad tras recibir un botellazo en la cabeza el día de Navidad de 2017. Por el delito de homicidio, la Fiscalía reclama una pena de 14 años de prisión para el acusado, que se encuentra en prisión provisional desde 16 de febrero del año pasado. A esto hay que sumar cuatro años más por la acusación de robo con violencia con instrumento peligroso, ya que a la víctima le sustrajeron el teléfono móvil. Para un segundo acusado, C.G.P.H., que al parecer se encontraba con S.G.Z. cuando se produjo la agresión a Garrido, la Fiscalía pide una multa de 600 euros por la presunta comisión de un delito leve de maltrato.

Por contra, la familia de Garrido, representada por la letrada Ascensión Joaniquet, acusa a S.G.Z. del delito de asesinato y a C.G.P.H. de coautor. Para cada uno de ellos pide 20 años de cárcel por asesinato, a los que hay que sumar otros cuatro por el delito de robo con violencia.

El Juzgado de Instrucción número 3 de Ibiza, encargado de la investigación, ha incoado el procedimiento a través de la Ley del Jurado, por lo que el caso lo juzgará un tribunal popular. Está previsto que el juicio se celebre en Palma entre los días 2 y 4 de abril.

Según las investigaciones de los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional de la comisaría de Ibiza, los dos acusados forman parte de un grupo de jóvenes de origen latinoamericano que se autodenominaban 'Los Guasones'. Los investigadores les acusan de participar en el crimen de Garrido, consecuencia del robo con violencia de un teléfono móvil cuando el joven atravesaba el paseo de ses Figueretes en dirección a su casa.

El fallecido, nacido en Ibiza en 1994, llegó a su domicilio el día 25 de diciembre con algunas heridas en la cara y en las manos. Cuando su familia fue a despertarle para la comida del día de Navidad, comprobaron que no tenía constantes vitales, por lo que llamaron a los servicios de emergencia, que activaron el protocolo previsto para estos casos con la intervención de la brigada de seguridad ciudadana, la policía judicial, la policía científica y la médico forense del juzgado de guardia.

Los forenses detectaron lesiones que no tenían apariencia de ser fortuitas, entre ellas un golpe en la cabeza que, según las investigaciones realizadas en el Instituto de Medicina Legal de Ibiza, se llevó a cabo con una botella.

Según la investigación, Garrido se cruzó en ses Figueretes con cuatro de los miembros de 'Los Guasones', dos chicos y dos chicas -ellas menores de edad-. Estos, según se explica en los escritos de acusación, le habrían asaltado para robarle el teléfono móvil. Finalmente, S.G.Z. le habría dado un golpe a Garrido en la cabeza con una botella. El joven se fue a su casa y por la mañana ya había fallecido.

La investigación

Los agentes de la UDEV iniciaron una investigación que les condujo hasta los sospechosos, a los que sometieron a vigilancia. A través de una aplicación informática, rastrearon el teléfono móvil robado a la víctima. La persona que llevaba el smartphone de Garrido lo apagó en la zona de Ca n'Escandell nueve minutos después de la agresión, y el móvil no volvió a ser encendido hasta un mes y medio después. Se puso en marcha en la ciudad de Barcelona, por lo que los agentes de la UDEV pidieron al Grupo II de Crimen Organizado de la Brigada provincial de policía judicial de Barcelona que buscara a la persona que lo tenía.

Una vez localizada, esta persona proporcionó a los investigadores datos que permitieron relacionar el teléfono con un residente en la isla que se dedica a las reparaciones de dispositivos móviles. Tras dar con esta persona en Vila, la policía situó el origen del teléfono móvil en un grupo de jóvenes que se dedican a robos de todo tipo de dispositivos electrónicos, según la Policía Nacional.

Gracias a esta información, los agentes pudieron comprobar que los datos aportados por la persona que envió el teléfono a Barcelona coincidían con los que se tenían de la organización juvenil que estaba vigilada en la isla, por lo que detuvieron a tres de los componentes del grupo.