Por primera vez Balears cuenta con una herramienta para medir su competitividad turística atendiendo a 89 indicadores repartidos en diferentes factores. Aunque el archipiélago mantiene una posición privilegiada entre 280 regiones de 38 países (en el octavo puesto, con Andalucía en primer lugar), tiene «asignaturas pendientes» en ordenación del espacio turístico, que mide su capacidad de regulación asociada al desarrollo sostenible: cae a la posición 158, en una clasificación que encabeza la región sueca Norrland Central y en la que otra territorio insular como Córcega ocupa el tercer puesto.

«Sorprende la baja puntuación» del archipiélago en materia sostenible, reconoció ayer Antoni Riera, director técnico de la Fundación Impulsa Balears en la presentación que realizó en Madrid, en el hotel Iberostar Las Letras Gran Vía, acompañado por la vicepresidenta y consellera de Turismo, Isabel Busquets; el director de la Agencia de Estrategia Turística de Balears (Aetib), Jaume Alzamora, y la presidenta de la Fundación Impulsa, Carmen Planas. La gestión de nuestros recursos naturales y ambientales nos hacen muy débiles para competir. En variación de la superficie forestal ocupamos el puesto 275, en estrés hídrico el 245, y en efectividad de medidas gubernamentales para promover la sostenibilidad en el sector turístico estamos en la posición 103.

Estos parámetros forman parte del primer informe del Índice de Competitividad Turística (ITC), elaborado por la Fundación Impulsa en virtud de un convenio de colaboración con la Aetib, que permitirá contar con datos de la realidad de las islas y de sus mercados competidores basados en metodología del World Economic Forum. Este proyecto ha contado con un presupuesto de 65.000 euros, de los que el 70% corre a cargo de la Aetib y el 30% de Impulsa.

El archipiélago también reprueba en el pilar de entorno de negocio, es decir, en los indicadores que miden aspectos como el coste y tiempo de iniciar un negocio o las dificultades para encontrar trabajadores cualificados.

Busquets calificó el informe como un «punto de partida para reflexionar sobre el binomio turismo y sostenibilidad», que marca la estrategia del archipiélago en Fitur, que empieza hoy.

Para la vicepresidenta los resultados del ICT avalan las políticas del Govern en materia de preservación del medio ambiente y el patrimonio cultural y la apuesta por la calidad turística, frente a la estrategia de atraer cada vez a más turistas.

Los países evaluados son los 28 de la UE y Albania, Argelia, Bosnia y Herzegovina, Egipto, Israel, Líbano, Marruecos, Montenegro, Túnez y Turquía. Todos presentan una intensidad turística que supera las 15.000 plazas de alojamiento o más de 1.000 plazas por 100.000 habitantes.

Riera llamó la atención sobre la necesidad de descartar fórmulas de los años setenta y «abandonar la ecuación» de bajar precios -»no ayuda»-. Aboga por un nuevo liderazgo para dejar de ser un destino maduro y pasa a ser uno «sofisticado» y adoptar un «enfoque holístico» de la competitividad, aspirando al desarrollo turístico y no solo a crecer en turistas.