¿Qué fauna se encontraron los primeros pitiusos?

Los humanos llegaron a Balears hace entre 4.150 y 4.350 años y se encontraron unas faunas singulares y extrañas en cada isla. En Mallorca y Menorca, esta fauna se empezó a conocer a principios del siglo XX por una paleontóloga británica, que, en cambio, no encontró nada en Ibiza. Los primeros hallazgos de aquí surgieron ya en 1981.

¿S'Avenc des Pouàs fue el gran filón para ustedes?

Es Pouàs es un yacimiento extraordinario, único en el Mediterráneo, porque da información tanto de los primeros humanos como de la fauna que se encontraron. Es el más importante de la época más reciente, pero también destaca el de ses Fontanelles, de unos cinco millones de años de antigüedad y, en un periodo intermedio, se encuentra el de Ca na Reia. Cada uno nos da una imagen de tres épocas diferentes.

¿Qué restos encontraron en ses Fontanelles?

Hay que tener en cuenta que, hace 5,6 millones de años, el Mediterráneo se secó y la fauna continental llegó a las islas. Hace 5,3 millones de años, se abre el estrecho de Gibraltar y se forman las islas con la fauna que se quedó presa. Ses Fontanelles corresponden a la época en que Ibiza ya es una isla y sabemos que había una rata de cola blanca, un conejo, una musaraña, reptiles como lagartijas o tortugas, además de especies muy singulares como una cabrita muy pequeña o la rata canguro, que ya son una fauna insular. La singularidad de Ibiza es que en un momento dado, sin saber la datación precisa ni las causas, los mamíferos se extinguen. En Mallorca estaba el Myotragus, una cabra con dientes de rata, pero en Ibiza los humanos encontraron una fauna vertebrada dominada por las aves, además de lagartijas y una pequeña serpiente. Sí que había murciélagos, que son mamíferos, pero no terrestres.

¿Su tesis doctoral se dedica a alguno de estos yacimientos?

Me centro en un yacimiento de Mallorca [na Burguesa-1], que es coetáneo del de ses Fontanelles. Pero, de casualidad, he podido rascar material de Ibiza gracias a la serpiente que descubrí en la isla revisando material de las excavaciones que se habían llevado a cabo.

¿Así que se acaba el mito de que no había serpientes en Ibiza?

Siempre se comentaba el mito, antes de que llegaran los romanos, de que Ibiza era una tierra mágica donde no podían vivir seres venenosos. Pero tuvimos el encuentro inesperado de los restos de una víbora, que está relacionada con la ibérica, según el estudio que ha realizado el doctor Pere Bover, que es el otro director de mi tesis. En ella le dedico un capítulo a esta serpiente y queda una parte para reelaborar para que se publique en una revista internacional de paleontología.

¿Echan de menos que se reactive alguna excavación paleontológica en las Pitiusas?

Estaría bien que se reactivara es Pouàs, donde hicimos campañas durante seis años, porque su riqueza paleontológica es mucho más importante que la arqueológica. Allí han salido unos restos que nos suministraron la datación más antigua de presencia humana en las Pitiusas. En cuanto a fauna doméstica, aportamos tres cajas de material a disposición de quien quiera estudiarlo, pero puede ser una centésima parte de lo que se ha podido obtener, porque cuando descubrimos el yacimiento, los propietarios de los terrenos ya habían vaciado el yacimiento para intentar montar un negocio, que era el más interesante arqueológicamente.

¿Cómo es su relación con los arqueólogos?

Aplicamos la misma metodología y nos podemos entender muy bien. Tengo estudiantes que son arqueólogos que se han dedicado a estudiar la fauna en los yacimientos arqueológicos. Hablamos el mismo lenguaje y, los buenos arqueólogos, también son de ciencias.