Algunos trabajadores de los juzgados de Ibiza mostraron ayer su preocupación por los robos en los despachos, que se producen con cierta frecuencia. Los últimos casos hacen referencia a la sustracción de los teléfonos de dos jueces de sus propios despachos del edificio judicial de la avenida Isidor Macabich, en Vila.

Los robos se produjeron el lunes sobre la una del mediodía. El ladrón, o ladrones, sustrajeron del bolso de una jueza un teléfono móvil y otras pertenencias. A otro juez también le robaron su smartphone. Ambos magistrados denunciaron los robos en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía. Desde allí informaron ayer por la mañana que los especialistas de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) se han hecho cargo de la investigación. Testigos presenciales explicaron el lunes que la jueza encontró su bolso en otra planta de los juzgados, y comprobó que le habían sustraído varias cosas.

En el interior del edificio judicial de Isidor Macabich no existe videovigilancia, tan sólo en las salas de juicios, lo que favorece este tipo de hurtos.

Hace tres años un hombre al que un juez acababa de tomar declaración y había quedado en libertad sustrajo un bolso del despacho del propio magistrado, si bien los vigilantes lograron detenerlo. Seis años atrás ocurrió algo parecido en el despacho de otro de los jueces de Instrucción.

Un detenido

Un detenido

El hecho más lamentable ocurrió hace algo más de un año, si bien los agentes de la UDEV de la Policía Nacional lograron resolver el robo, es decir, recuperar los sustraído y detener al autor.

Los funcionarios del juzgado tuvieron que informar a Catalina Escandell, madre de Vanessa Patricio, la joven que murió atropellada el 9 de febrero de 2017 por un conductor que dio positivo en cocaína, que alguien había robado las joyas de su hija, guardadas como prueba del sumario del accidente en uno de los despachos del edificio judicial.

Cuando los familiares de la víctima del atropello acudieron a recoger las joyas, en el juzgado no las encontraron, y se les dijo de que alguien las había robado.

A raíz de esta desaparición, la Fiscalía de Ibiza y los Juzgados de Instrucción iniciaron gestiones para el esclarecimiento de lo sucedido e informaron del robo a la Policía Nacional.

Los agentes de la UDEV de la Comisaría de Ibiza emprendieron una investigación y descubrieron que el presunto autor del robo fue un trabajador del servicio de mantenimiento del juzgado al que los agentes encontraron en su domicilio «gran cantidad de teléfonos móviles y aparatos electrónicos, numerosas joyas y otros efectos».

Los funcionarios del juzgado esperan que se terminen las obras del nuevo edificio judicial, situado en frente, en la plaza de Sa Graduada, donde creen que sí habrá videovigilancia.