«La ley de Adicciones no va a iniciar su tramitación parlamentaria en esta legislatura, no da tiempo», admitió Maria Ramos, directora general de Salud Pública. La nueva normativa, explicó, ya ha sido aprobada por la Plataforma para un Ocio de Calidad de las Islas Baleares (Poqib), herramienta de participación activa en la que están representados los sectores implicados con el ocio recreativo (administraciones, industria y organizaciones de la sociedad civil) con el fin de desarrollar estrategias comunes y consensuadas para establecer de manera efectiva medidas para la prevención de los riesgos asociados al ocio.

Uno de los principales objetivos de esta Plataforma es intentar reducir el excesivo consumo de alcohol por parte de los jóvenes baleares, por lo que la ley nonata prohibía por primera vez en las islas su ingesta por parte de los menores de edad.

«No teníamos, ni tenemos todavía, una ley autonómica que prohíba expresamente el consumo de alcohol de menores. La anterior normativa, la ley de drogas de 2005, tan solo prohibía la venta de bebidas alcohólicas a menores, pero no su consumo», lamentó Maria Ramos.

La nueva normativa que no verá la luz, o al menos no en esta legislatura, establecía también la prohibición del consumo de bebidas alcohólicas por parte de menores de edad. Pero no solo avanzaba en este punto.

Prohibir el 'pub crawling'

«También preveía la prohibición de las ofertas realizadas en zonas turísticas destinadas a conseguir un consumo excesivo de alcohol. Me refiero a la modalidad de pub crawling (rutas organizadas por diversos establecimientos donde se sirven bebidas alcohólicas y en las que los participantes pueden tomar varias consumiciones en cada uno de ellos), al dos por uno, a la hora feliz», detalló la directora general.

«Y también restringía su consumo en determinados lugares sensibles como pueden ser los parques infantiles o los recintos deportivos», añadió Ramos.

El otro gran asunto que regulaba la norma era el consumo de tabaco. La directora general pasó de puntillas sobre el tema de la regulación de su consumo en las terrazas de bares, cafeterías y restaurantes tras soliviantarse y mostrar su rechazo este sector con su primera propuesta que prohibía todo tipo de paramentos en estos lugares.

Así, en su propuesta inicial, sólo se pensaba permitir fumar en las terrazas con un solo paramento superior. Pero las críticas de bares y restaurantes, que se escudaron en las fuertes inversiones realizadas para oponerse a esta medida, finalmente truncaron la iniciativa y, en cierta manera, la moderaron. «Clarificamos la situación con las terrazas y, acorde a la ley actual nacional, sólo se podrá fumar en las terrazas que dispongan de dos paramentos aparte de la fachada del establecimiento», matizó Ramos.

Así, en caso de que la norma finalmente entre en vigor, estaría prohibido fumar en muchos establecimientos que hoy en día lo permiten y que tienen su entrada flanqueada por dos paramentos, uno a cada lado, y los dos tocados con otro superior. O los dos laterales o uno lateral y otro superior. Estas son las condiciones mínimas que exigiría la nueva ley para poder fumar en esos lugares.

Y Ramos recordó otras medidas antitabaco que establecía la ley de Adicciones. La prohibición de fumar en vehículos con niños en su interior; en campos de fútbol y otros recintos deportivos, y en las inmediaciones de centros educativos y sanitarios.

«Una ley de este tipo es necesaria. Por ello, independientemente de que repitamos o no la próxima legislatura, será presentada en el Parlament por el Padib (Plan de Adicciones y Drogodependencias de Balears) para su aprobación», recalcó Ramos alegando que no se puede echar por tierra el trabajo realizado por varias conselleries de manera transversal. «Confío en que esté aprobada en el primer año de la próxima legislatura», aventuró la alto cargo.

Esta ley es ahora más necesaria que nunca para revertir el repunte detectado en el consumo de tabaco. «Tanto la Encuesta sobre alcohol y otras drogas en España (Edades) y la Nacional de Salud lo han detectado. En esta última, que data de 2017, se reflejó que un 30,8% de los hombres y un 24,2% de las mujeres fuman en las islas, tres puntos y un punto más (27,9% y 22,8%), respectivamente, que los datos recogidos por la misma encuesta en 2011», concluyó Ramos.