El Ayuntamiento de Sant Josep ha anunciado que está tramitando «las reclamaciones correspondientes» para que la empresa responsable de las obras de canalización del gas en la zona de Can Raspalls subsane todas las deficiencias ocasionadas en las calles, ya que «no las dejó en buen estado». Tras las denuncias a este periódico por parte de los vecinos de este barrio publicadas a ayer, en las que criticaban «el mal estado y abandono de la zona», el Consistorio asegura que realizará «las averiguaciones y actuaciones que correspondan a la mayor brevedad», según una portavoz municipal.

En su respuesta a las quejas vecinales, el Ayuntamiento argumenta que «una gran parte del barrio no es municipal o no está recepcionada» y alude al caso del polígono industrial. «Sabemos que está bastante dejado [el polígono industrial], pero se lleva tiempo hablando con los propietarios para que lo arreglen cuando quieran». Esta portavoz también recuerda que el Consistorio josepí ha llevado a cabo «actuaciones puntuales de mantenimiento» al encontrarse allí el instituto Algarb y el colegio de Can Raspalls, aunque se trata de una parte de la urbanización que no está recepcionada.

El polígono industrial es una de las zonas señaladas en las denuncias de los vecinos, en la que aseguraron que existen «socavones de 30 centímetros» y que se había solicitado su asfaltado al Consistorio en octubre de 2017. Sin embargo, también advierten de que las baldosas de las aceras están levantadas en muchos puntos de este barrio de Sant Jordi, con el consiguiente riesgo de caídas por parte de los peatones.

Señales de tráfico

Además, los residentes en Can Raspalls detallaron las señales de tráfico torcidas o tiradas por el suelo que se encuentran en su barrio, así como tapas de alcantarillas sueltas, pivotes y badenes rotos y numerosos huecos que han quedado en las aceras tras la retirada de unas farolas, «hace cuatro o cinco meses», y en los que se han colocado unos conos como señalización de advertencia para los viandantes. También critican que algunas farolas no se iluminan por las noches y que otras «han estado hasta cuatro o cinco días averiadas», además de que sólo fueron reparadas tras dar aviso al Ayuntamiento, «porque nadie pasa por aquí».

Por su parte, el Consistorio replica que «se van cambiando así como se detecta o llega el aviso de que están dañadas». La portavoz municipal también anuncia que se llevarán a cabo «las averiguaciones y actuaciones que correspondan a la mayor brevedad» con el fin de detectar los desperfectos en el embaldosado, señales de tráfico y conos, pero también matiza que, «de momento», no tienen constancia de estas deficiencias que denuncian los vecinos de Can Raspalls.

Ajardinamiento

Los vecinos también pusieron énfasis en el mal estado de las zonas ajardinadas en Can Raspalls y del parque lúdico «al que antes venía mucha gente a hacer deporte». El Ayuntamiento admite que «los hierbajos crecen mucho más rápido de lo que se puede actuar», pero señala que las actuaciones de mantenimiento de los elementos de las zonas verdes se llevan a cabo periódicamente por parte de la escuela de jardinería del centro de formación Es Romaní y de Apfem.

En las denuncias de los vecinos por el abandono de Can Raspalls a este periódico, éstos lamentan que «el barrio está abandonado» y recuerdan que es una zona «importante donde viven más de mil familias». «Todo esto está abandonado de la mano de Dios», sentencian.