El ajetreo en el Mercat Nou es superior al de cualquier sábado. «Habría más gente si no fuera porque hoy es el día de la Lotería de Navidad, cuando siempre se queda clientela en casa», advierte el pescadero Vicent Calbet, que augura que «el lunes será aún más fuerte».

Su colega José Moya coincide con él. «El pescado será el mismo de hoy, pero como se guarda mejor en nuestras cámaras con hielo que en la nevera de casa, muchos clientes esperan a comprar el lunes».

«Lo que más pide la gente es lo más económico: mejillones, que están a cuatro euros y medio el kilo, y almejas, que oscilan entre 22,90 y 32,90 euros la más cara». En estas fechas también se multiplica la demanda de pescado para hacer el horno, «mero, dentón, pargo o gallo de San Pedro».

Moya confirma a Ángeles Martínez que este año abrirán el día de Nochebuena y esta clienta le pasa la lista de la compra de una cena para seis personas.

«Doce ostras, un kilo de navajas, cinco de mejillones, uno de gambas, otro de almejas, un salmón limpio y uno de calamares, pero también haremos canapés de huevas», detalla Martínez. Al día siguiente el banquete de Navidad será aún mayor, ya que se reúnen siete hermanos con sus respectivas familias, además de la matriarca. 30 personas en total. «Cada mujer preparamos un plato, yo llevaré potaje de bacalao».

En Pescados Valentina se encuentra la fundadora del puesto colocando gambas, de visita al negocio que ahora está en manos de su hijo. «Yo he trabajado más de 60 años», recuerda. Las clientas le siguen llamando Valentina, aunque su nombre es Carmen Roselló.

Días de gambas

«Como mi padre se llamaba Valentín, a mí me llamaban na Valentina, también a mi hermana», aclara. La cigala ibicenca cuesta 55 euros el kilo, mientras que la gamba de la isla está a 70 la mediana y 45 la pequeña. «La gamba grande ibicenca es la más cara, la teníamos a 85 euros, el mismo precio que el resto del año», detalla, «pero hay muy poca, no he vuelto a tener desde la semana pasada y muchos clientes ya la compraron para congelarla».

Lina Marí llega en busca de gambas, pero esperará el lunes al informarse de que las pescaderías estarán abiertas. «Como cenaremos solo mi mirado y yo, las haremos a la plancha y un poco de companatge», explica. En cambio, el día de Navidad preparará uno de los menús más clásicos y contundentes de las familias ibicencas. «Otros años he cocinado caldo, rostit o canelones, pero este comeremos arroz de matanzas y sofrit pagès». «Y luego salsa de Nadal, que la tengo preparada desde hace una semana», resalta.

Catalina Serra siempre ha elaborado la salsa de Nadal, pero este año, por primera vez, la compra en el mercado. En Forn Can Bufí está a la venta en potes de medio y de litro, a nueve y 18 euros. También se encuentran envases de un kilo de almendra fresca molida por 24 euros, un producto que cada año cuenta con mayor demanda para evitar el engorroso trabajo de molerlo en casa.

«Es muy práctico, pero la verdad es que no hay nada como hacerla en casa», se resigna Serra. Su cesta de la compra se completa con el bescuit que acompañará la salsa y con las paletillas de cordero que protagonizarán la comida de Navidad.

«Las paletillas de cordero son las grandes estrellas de estos días, pero ahora ya no se encuentran porque es lo primero que se agota, junto con el lechón», indica Juan Fernández, el jamonero de Carnes March. Está cortando cebo ibérico, el más demandado y que cuesta 88 euros el kilo, mientras que el bellota al corte sube a 135. «Se está vendiendo mucho más jamón que el año pasado, tanto en pieza como cortado», explica. «Estoy cortando dos al día y hemos vendido más de 30 jamones en los últimos días», detalla.

En pocos días los puestos de frutas y verduras tendrán las uvas como producto más demandado de cara a la Nochevieja. Pero, aunque pase más desapercibida, la Nochebuena y la Navidad también multiplican las ventas de algunas hortalizas habituales en las guarniciones de platos para días de fiesta. Así, encima del mostrador Verduras Juanito cuelgan docenas de ristras de escalonias «para la carne al horno», explica Joan Tur. El propietario del puesto atiende a una clienta que selecciona patató ibicenco, a un euro y medio el kilo, para el sofrit pagès. «Esta semana ya he sacado más de 150 kilos y en estas fechas se vende tanto patató como el resto del año», precisa.

A algunos clientes habituales del Mercat Nou les sorprende el bullicio. Es el caso de Maurici Cuesta, que ha venido a comprar carne y pescado para los próximos días. «Vengo todos los sábados, pero hoy no cargaré demasiado porque no prepararé nada especial para Navidad y el miércoles volveré a comprar más».

Los puestos de productos extranjeros también han importado especialidades navideñas de su país. Así, estos días Claudia Rebegel destaca en sus estanterías los cozonacs típicos de Rumanía, «parecido al bizcocho ibicenco, pero con nueces y pasas».

Luciano Pavarotti y el 'panettone'

El postre típico italiano también es una masa relleno de pasas y otras frutas confitadas, el panettone. «Nosotros también comemos el equivalente de tres o cuatro días», bromea Luciano Pavarotti, que acaba de abrir este mismo día su parada en el Mercat. «Estos días también usamos mucha trufa, tanto para pasta como para acompañar carnes o huevos, y en el norte de Italia muchos embutidos de cerdo», detalla. Él es de Módena, como el ilustre tenor, así que la pregunta es inevitable. «Sí, Luciano Pavarotti era familia mía, pero lejana, primos en cuarto grado, así que no me ha tocado nada de su herencia», bromea.