El Ayuntamiento de Sant Josep y los empresarios del sector turístico han acordado estudiar si conviene declarar zonas turísticas maduras en el municipio para optar a las ayudas que concede el Estado a núcleos de estas características. Así lo anunció ayer el alcalde, Josep Marí Ribas, después de la reunión de la mesa de turismo del municipio y a raíz de la controversia creada porque el Govern balear haya solicitado ayudas estatales por valor de 50 millones de euros solo para los destinos de Platja de Palma y Calvià, en Mallorca. También el presidente del Consell, Vicent Torres, justificó que a Ibiza no le interesaba contar con esta declaración porque implica que «se puedan crear más plazas turísticas».

El alcalde precisó que el Ayuntamiento ha recogido la propuesta de los empresarios y que queda estudiarla conjuntamente en futuras reuniones. «El Ayuntamiento abre esta posibilidad y nos pondremos al frente si nos ponemos de acuerdo con el sector empresarial, que yo creo que así será», destacó.

Marí Ribas también recordó que la ley que posibilita esta declaración «es de 2012, cuando el Ayuntamiento estaba gobernado por el PP, que determinó que no se pediría ninguna zona turística madura y así se ha mantenido». A pesar de recalcar que queda por concretar cualquier petición en futuros encuentros con el sector empresarial, el alcalde citó los núcleos «o alguno de los tramos» de Platja d'en Bossa, Cala de Bou y Cala Vedella como posibles candidatos para solicitar las ayudas estatales. «Como ahora existe la posibilidad de recibir dinero para las zonas turísticas maduras y los empresarios nos lo piden, recogemos el guante desde el Ayuntamiento y lo solicitaremos si conviene», concluyó.

El alcalde negó que esta solicitud suponga que aumenten las plazas turísticas, tal y como sostuvo el pasado martes el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Torres. «No tiene por qué, porque se tiene que enmarcar dentro de un plan urbanístico que puede permitir alguna plaza más a cambio de la cesión de espacio público, zona verde o esponjamiento», precisó, «pero también se puede redactar un plan que no aumente el número de plazas y muchos hoteles las han reducido con las reformas» matizó Marí Ribas.