El psicólogo de la cárcel de Ibizas Enrique Sánchez, responsable de los programas de atención a los condenados por delitos de violencia sexual, afirmó ayer que este fenómeno «empieza muy pronto, en la adolescencia», y añadió que «la mitad de las agresiones son protagonizadas por adolescentes», según los estudios de que se dispone.

En las jornadas sobre violencia sexual que ayer concluyeron en el Consell, Sánchez alertó del negativo efecto que está ejerciendo la pornografía en internet (por la facilidad de su acceso) sobre las relaciones de pareja.

Sin embargo, al trazar un retrato del agresor sexual, el psicólogo afirmó que no es posible «saber por qué una persona agrede». Haber padecido experiencias sexuales traumáticas de pequeño, un desarrollo sexual precoz, desarraigo familiar, una personalidad antisocial, escasa empatía o baja autoestima son algunos de los factores que se observan en los condenados por este tipo de delitos, «aunque ninguna de estas razones explica por sí sola por qué un hombre es un violador», advirtió.

Aunque existe una proporción de mujeres que agreden sexualmente, su volumen oscila entre el 3% y el 10% de todos los casos, según los estudios. «Es algo que está muy oculto», afirmó. Se trata, en todo caso, de un fenómeno eminentemente masculino.

Frente a la creencia de que las violaciones y agresiones en la sociedad actual (tomando datos nacionales) están bajando mientras que los abusos y el acoso suben, Enrique Sánchez fue categórico al señalar: «Hay más violaciones y más abusos». Hasta tal punto esto es así que la tradicional estadística de una violación con penetración cada ocho horas en España se ha rebajado ya a las cinco horas y 49 minutos, lo que demuestra un aumento de este tipo de delitos.

Escasez de medios en Ibiza

Algunas de las asistentes a las conferencias de ayer (casi todas mujeres y dedicadas a alguna rama de los servicios sociales), destacaron la escasez de medios y especialistas públicos en la isla de Ibiza para atender a aquellos hombres que, sin haber llegado a ser detenidos, quieren recibir un tratamiento para abandonar sus tendencias agresoras. Una de las profesionales del público afirmó tener un paciente dispuesto a participar en algún programa de recuperación, pero dijo que no existen entidades en la isla que los ofrezcan.

Junto al mundo de los jóvenes, Sánchez afirmó que «el gran pilar de la violencia contra la mujer se produce dentro del matrimonio», donde las violaciones pueden llegar a ser sistemáticas.

Aumentar la empatía

En cuanto a los tratamientos que se aplican a los presos para evitar que reincidan al salir del centro penitenciario, el conferenciante se refirió a diversas técnicas para lograr que el violador o agresor refuercen su sentido de la empatía, dejen de autojustificarse para explicar sus acciones, asuman el daño causado en sus víctimas y, en definitiva, adquieran conciencia de la necesidad de no recaer.

La castración química, que en Estados Unidos es obligatoria, en España sólo es de aplicación voluntaria. En todo caso, Enrique Sánchez se mostró escéptico acerca de su eficacia. «La castración química, combinada con otros programas de tratamiento, puede ser útil, pero por sí sola no», afirmó.

También aludió al Convenio de Estambul, firmado hace pocos años, que es el que establece los diferentes procesos y estrategias de tratamiento a los agresores sexuales. «En todo caso, el artículo primero de ese convenio destaca que el objetivo de esos tratamientos es proteger a la mujer», señaló.

Asimismo, aludió a los programas que se aplican sobre los consumidores de pornografía infantil, cuyo número es cada vez mayor por la facilidad con que se encuentra en la red. «El consumo de este tipo de pornografía no tiene por qué ser el paso previo a convertirse en un abusador de menores», afirmó Sánchez a preguntas del público.

Aunque habitualmente se considera este consumo menos grave que el abuso físico, Sánchez alertó de que sus usuarios comparten algunos rasgos de conducta con los abusadores de menores.