La Guardia Civil ha intensificado la búsqueda del cadáver de Nuria Ester Escalante, la alicantina de 52 años desaparecida en Ibiza desde el pasado 31 de octubre y por cuyo presunto homicidio doloso ingresaron en prisión preventiva el 28 de noviembre cinco hombres de entre 40 y 60 años, y ayer una excavadora trabajó durante todo el día en los alrededores de una de las viviendas okupadas, sobre todo en la parte trasera, donde residía uno de los encarcelados, la de la entrada de la rotonda de Sant Antoni. La jueza de Instrucción número 4, encargada de la investigación de este caso, que se encuentro bajo secreto del sumario, dejó en libertad con cargos a uno de ellos.

Fuentes de la investigación explicaron ayer a este diario que llevan varios días inspeccionando las mismas zonas rastreadas antes de las detenciones y registros. Los agentes buscaron en el solar en el que se encuentra la casa okupada y también donde el camping. En esa zona rastrearon de nuevo el cauce del torrente y algunos pozos y fosas cercanos. Sin embargo, la búsqueda del cadáver se centró ayer en la vivienda donde residía, al menos, uno de los encarcelados por este presunto homicidio doloso, donde se cree que Escalante pasó su última noche y donde se hallaron pertenencias de la víctima. La Guardia Civil no confirmó si los restos de sangre se hallaron en esta infravivienda, próxima a un antiguo taller, y están a la espera de confirmar los resultados de las pruebas de ADN para confirmar si se corresponde con el de la alicantina. Los investigadores tomaron muestras de tejido del hijo mayor de la desaparecida, Aarón Berenguer, con el fin de cotejar su ADN con el de la sangre hallada en la casa okupa.

En la búsqueda de ayer participaron agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Eivissa y de otras unidades como la del equipo ROCA. La intensificación de la búsqueda responde a que tienen pruebas de que en los alrededores de la casa okupada de la entrada de Sant Antoni puede haber pistas sobre el paradero de Escalante o, incluso, su cuerpo sin vida, según informó ayer la Oficina Periférica de Comunicación de la Comandancia de Balears. Asimismo, añadieron que la investigación está «muy avanzada» pese a los intentos de obstaculización de cuatro de los cinco acusados, que permanecen en prisión preventiva por la presunta muerte violenta de la alicantina. De hecho, días después de que la familia de Escalante denunciase su desaparición estos cuatro hombres, ahora encarcelados, dijeron que la habían visto en Sant Antoni, pero la Guardia Civil no les dio «ninguna credibilidad». De hecho, uno de ellos es quien acogió en su casa a la alicantina cuando regresó a la isla en octubre y el otro es con quien, al parecer, se la vio por última vez.

Al cierre de esta edición la Guardia Civil seguía con la búsqueda.