El equipo de gobierno de Santa Eulària ha aprobado esta mañana en pleno, con el voto en contra de PSOE y Guanyem, el presupuesto del año que viene, que, con un total de 40,1 millones, sube un 3,5% con respecto al actual. El capítulo de inversiones, que se sitúa en 7,6 millones, aumenta un 14,4%.

El portavoz del PSOE, Vicent Torres, ha criticado que, a poco más de medio año para los comicios locales, el presupuesto es «electoralista», pero, paradójicamente, por otro lado ha destacado que «aporta pocas novedades», ya que «se repiten las principales inversiones», y fomenta «desigualdades». «Cada año venimos a perder el tiempo. No hay nada nuevo. Se tiran cuatro flores por un presupuesto que es irreal», ha lamentado Torres, que, en contra de lo que ha defendido el alcalde, Vicent Marí, ha dicho que el presupuesto «no es social», al tiempo que ha remarcado que el gobierno del PP «no tiene ni ideas ni proyectos». «Es una legislatura agotada», ha agregado.

También ha recordado el portavoz del grupo socialista que la ejecución del presupuesto de 2017, el último que cuenta con su liquidación aprobada, «no llegó al 50% con la incorporación del remanente de otros años» y que esta cuantía se ha destinado fundamentalmente «a asfaltar calles y caminos y a amortizar deuda».

Sobre el reparto de subvenciones (2,5 millones, casi un 2% más), Torres ha señalado que denota que es «año electoral» y ha cuestionado «el criterio» a la hora de asignar el reparto, como el hecho de que se dé mucho más dinero a la asociación de vecinos de Cala Llonga que a la de Siesta.

La política de vivienda ha acaparado buena parte del debate. Torres ha destacado que los 130.000 euros presupuestados para el plan de ayuda al pago del alquiler es «insuficiente» y «no es para tirar cohetes».

Por su parte, el portavoz de Guanyem, Óscar Rodríguez, ha subrayado que su oposición a las últimas cuentas del mandato radica en «la diferencia sobre el modelo de municipio» entre uno y otro grupo.

También ha resaltado que, según su criterio, no sólo no aumenta el gasto social, sino que «baja». En este punto, Rodríguez ha recordado que en 2015, al principio de este mandato, la situación de Santa Eulària, en cuanto a la insuficiencia de recursos destinados a gasto social, era «la misma» que la del municipio de Maó, en Menorca, con un gasto de 48 euros por habitante. Sin embargo, mientras Santa Eulària en tres años ha subido el gasto social a 62 euros por residente, el Ayuntamiento de Maó, gobernado por Ara Maó (una formación con una ideología similar a la de Guanyem), se ha disparado a 166 euros, y pasa a tener «la consideración de excelencia».

Rodríguez ha criticado que la inversión en una nueva sede del Servei d'Ocupació de les Illes Balears (SOIB) en Santa Eulària y la compra de material informático «no es suficiente» y «no ayuda a generar más empleo».

El alcalde, Vicent Marí, ha destacado que mientras otros ayuntamientos se sienten «orgullosos por el hecho de que se paguen más impuestos», en Santa Eulària, ha asegurado, «el orgullo es que se bajen». Ha explicado que el tipo del IBI en suelo urbano se sitúa «en el mínimo legal previsto» y, pese a ello, se prevé un incremento de ingresos por la creciente actividad económica.

Ante la crítica del PSOE de que se «repiten los mismos proyectos de otros años en el capítulo de inversiones», como el centro social y deportivo y los vestuarios de Santa Gertrudis o el centro juvenil de Jesús, el alcalde ha apuntado que se trata de proyectos plurianuales, que se desarrollan en diversos ejercicios. «No se quedan en anuncios, en cortinas de humo. Nosotros tenemos la costumbre de que todo aquello que anunciamos lo hacemos. Ustedes nos ganarán en intenciones, pero no en realidades», ha subrayado.

En cuanto al reparto de subvenciones, Marí ha dicho que se lleva a cabo «en función de la trayectoria y necesidades de cada asociación». «No se regala nada. Se ayuda a las asociaciones por el gran esfuerzo que hacen para poner en marcha proyectos y actividades que tan necesarias son», ha remarcado. Ha explicado que los vecinos de Cala Llonga recibirán una mayor cuantía que los de Siesta por «el programa de actividades» y por el hecho de que los de Siesta emplean un local municipal, cuyos gastos asume el Ayuntamiento.

Sobre el plan de vivienda, el alcalde ha sacado pecho y ha retado al resto de grupos políticos a que le digan qué ayuntamiento de la isla «aporta más dinero». «Ustedes son especialistas en hacer anuncios y no cumplir. «Es el presupuesto más elevado que se destina a la ayuda para el pago de vivienda a pesar de que hay ayuntamientos [en referencia a Vila] que tienen un mayor presupuesto», ha remarcado Marí.

Asimismo, ha recordado que el Consell anunció hace dos años la inversión de siete millones de euros en la compra de viviendas, pero que a día de hoy «no saben cómo hacerlo». «Esto es darla con queso: venderlo y de lo dicho, nada», ha remarcado el alcalde, que ha indicado que en los próximos meses «se consensuará» con los demás grupos las bases del plan de ayuda al alquiler de vivienda.

Desahucios paralizados

El alcalde ha destacado, entre otras cosas, que el Consistorio ha parado ya nueve desahucios y está a punto de detener otro tras «intermediar, financiar y ayudar a los afectados». «¿Y esto no es ayuda social?», ha cuestionado. Del mismo modo, sobre la comparación con el municipio de Maó, Marí ha asegurado que fuera de Ibiza, en el seno de la Federación de Entidades Locales (Felib), «Santa Eulària es motivo de envidia. No lo he oído de otros, y menos de Maó», ha dicho.

Marí ha concluido el debate manifestando «su convencimiento» de que se trata de «unos muy buenos presupuestos, realistas y que recogen las necesidades del municipio». «Pueden buscar y comparar, pero si hallan algo mejor, lo digan», ha recalcado.