Los premios Posidonia de excelencia empresarial de Ibiza y Formentera alcanzaron ayer su décima edición y congregaron una vez más a gran parte de los representantes sociales de las Pitiusas para rendir homenaje a aquellos empresarios que han sido elegidos este año como merecedores de este galardón, otorgado por la Cámara de Comercio.

La distinción de honor correspondió en esta ocasión al veterano empresario Juan Guasch Noguera, uno de los más destacados hoteleros de la isla, que sólo entre los años 1968 y 1969 abrió unas 2.000 plazas hoteleras en Ibiza junto a sus socios. Guasch, acompañado por su familia, recordó cómo a los 28 años construyó el hotel Tres Carabelas y, al cabo de un año, el Mare Nostrum y el Goleta. Algo más tarde, en 1974, impulsó la construcción del Torre del Mar, con categoría de cuatro estrellas.

«Para mí, recibir este premio es un gran honor y una satisfacción», señaló el homenajeado, quien recordó que ha formado parte de la Cámara de Comercio de Mallorca, Ibiza y Formentera durante 35 años.

«La hostelería ha sido mi mundillo, en el que me he sentido siempre a gusto y lo que me ha hecho vibrar», afirmaba a este diario poco antes de comenzar el acto, celebrado en el Centro Cultural de Jesús.

El veterano empresario se congratuló por el elevado nivel de calidad que está alcanzando la planta hotelera de Ibiza y Formentera, pero consideró que «las instituciones públicas deberían ir por el mismo camino». «No puede ser que venga un gran yate de lujo al puerto y se encuentro con todo lleno de suciedad», afirmó.

«Volvería a ser hostelera»

«Volvería a ser hostelera»

En parecidos términos se expresó la propietaria del restaurante Can Pau, Alba Pau, otra de las premiadas durante la velada de anoche. «Si volviera a nacer, volvería a dedicarme a la hostelería», afirmó sin dudar un momento esta mujer que se declara enamorada de su trabajo y que regenta uno de los establecimientos gastronómicos de más larga tradición y más arraigo en la isla de Ibiza. «Somos un negocio pequeño y familiar que ha tenido épocas buenas y malas, hemos pasado crisis y modas, pero seguimos adelante», afirmó. Alba Pau también se mostró esperanzada por el futuro del sector en la isla, viendo «la juventud tan preparada que está surgiendo y que tiene tantas ganas».

El copropietario del agroturismo Atzaró, Víctor Guasch, fue el receptor de otro de los cuatro premios otorgados anoche por la Cámara de Comercio de Ibiza y Formentera, y destacó el papel que ha jugado su establecimiento en la creación de un nuevo producto basado en la oferta turística «de calidad en el campo», un modelo por el que, cuando abrió en 2003, «nadie apostaba».

Aunque el sector de los agroturismos ha crecido de forma exponencial en los últimos años, Víctor Guasch opina que aún «hay espacio para aquella gente que quiera abrir establecimientos de calidad», que es el aspecto en el que, a su juicio, Ibiza debe superar a sus competidores.

Caterina Marí Mayans, dueña del establecimiento Teixits J. Marí Serra, de Formentera, obtuvo el premio Posidonia en reconocimiento a la continuidad de este negocio abierto en 1952 por sus padres y que se dedica a la venta de telas para la confección, sobre todo para prendas de los trajes tradicionales de las Pitiusas.

Caterina tuvo palabras de recuerdo para sus padres, «las dos personas que impulsaron el negocio en 1952», así como para los trabajadores que han pasado por el local desde entonces, dos de ellos con treinta años de antigüedad a sus espaldas. «Yo creo que es un reconocimiento a todas las personas que han trabajado con nosotros en la tienda», afirmó.

«Poco peso en el Govern»

«Poco peso en el Govern»

Al empezar el acto, el presidente de la Cámara de Comercio de Ibiza y Formentera, Carlos Marí Mayans, comenzó recordando que este organismo cumple ahora sus 115 años de existencia y que, en todo este tiempo, su momento más crítico se produjo en 2006 cuando tuvo lugar «la recuperación de la autonomía» para la Cámara pitiusa, que se desvinculó de la de Mallorca.

Sin embargo, lamentó: «Parece que tenemos poco peso en el Govern balear y todas las inversiones se quedan en Mallorca».

La Cámara pitiusa, en todo caso, «es una cámara viva y activa». Tras recordar que en 2019 tendrán lugar las elecciones locales, insulares y autonómicas, Marí Mayans se ofreció a las diferentes fuerzas políticas para «mantener un debate plural».

También abogó por seguir mejorando la calidad de la oferta: «Ahora tenemos una planta hotelera de primer nivel», señaló. Y, si bien admitió que este verano «ha habido algunas nubes negras» sobre el horizonte turístico pitiuso por culpa de la recuperación de los mercados competidores, se mostró optimista ante el futuro. De cualquier modo, como hicieron los premiados, instó a las administraciones públicas a mejorar las infraestructuras y los servicios.