El alcalde de Sant Antoni, Josep Tur, expresó ayer su confianza en «recuperar el consenso» que hasta ahora había presidido la reivindicación del puerto de esta localidad para usos eminentemente turísticos y deportivos, sin tráfico rodado. Tur negó que se haya cambiado el acuerdo aprobado en su momento en los plenos de Sant Antoni y del Consell, y señaló que el propio PP del Parlament también aceptaba inicialmente el texto aprobado anteayer en la Cámara regional para iniciar la tramitación de una ley que saque el tráfico rodado del puerto de Sant Antoni.

«No hemos cambiado la propuesta, lo que sucede es que el PP quiere manipular las cosas para amparar su cambio de opinión» sobre la propuesta, afirmó ayer el alcalde.

En todo caso, si no fuera posible recuperar el acuerdo con el PP, «el Parlament tiene una mayoría progresista para aprobar esta ley», constató Josep Tur.

La frase del texto aprobado en Sant Antoni apoyaba «consolidar un puerto esencialmente deportivo, pesquero, lúdico y turístico, libre de transporte de mercancías, haciendo posible compatibilizar el tráfico exclusivo de pasajeros y la llegada de cruceros». En cambio, el texto que se debatió y aprobó anteayer en el Parlament dice: «El puerto de Sant Antoni no tiene actividad comercial. En consecuencia, la entrada de mercancías y vehículos de cuatro o más ruedas en la isla de Ibiza se ha de llevar a cabo a través del puerto de la ciudad de Ibiza».

De hecho, el propio grupo popular en el Parlament apoyó y firmó, junto con el PP, Podemos y dos diputadas del grupo mixto, la propuesta impulsada por el grupo socialista en el Parlament. Sin embargo, después de haber firmado la proposición de ley, se retiró de ella porque el grupo popular «oyó voces que roncaban», según la expresión usada ayer por el diputado ibicenco Miquel Jerez. Tanto él como la también diputada ibicenca del PP Sara Ramón admitieron que «hubo opiniones en contra», si bien evitaron detallar a quién correspondían. «En general», señalaron, y también aludieron a «hoteleros, ciudadanos, gente que trabaja en el puerto han mostrado su disconformidad», especificó Jerez.

«Voces que roncaban»

El diputado reconoció que al firmar la proposición de ley era consciente de que se pedía la prohibición también de automóviles en el puerto: «No firmamos un texto con los ojos cerrados», comentó.

Sin embargo, «como oímos voces que roncaban en Sant Antoni, decidimos salvar nuestro voto» y salir de la iniciativa, por lo que en el debate de anteayer se abstuvieron.

Sara Ramón y Miquel Jerez negaron que estas quejas hubieran adoptado la forma de presiones. De hecho, Ramón declaró estar «a favor del fondo de la cuestión», que es la supresión del tráfico rodado de mercancías en el puerto, «pero una restricción tan rotunda para los demás vehículos de cuatro ruedas «es algo a lo que presentaremos enmiendas», confirmó la diputada de Sant Antoni, quien abogó por «una consulta popular» para determinar qué hacer con los coches.

También dijo que «habría que saber qué opina Vila sobre todo esto», dado que su puerto pasaría a ser, según el articulado aprobado anteayer, el único de la isla en el que podrían embarcar y desembarcar coches particulares.

Sara Ramón reprochó también la falta de apoyo de los progresistas a la petición de que este puerto pueda acoger cruceros turísticos, hecho que también «influyó» en la abstención del PP.

En todo caso, el grupo popular permanece a la espera de cómo evolucionan los acontecimientos para saber qué voto emitirán finalmente en el momento en que la ley vaya a ser sometida a aprobación.