Las familias de Vanesa Patricio Escandell y Daniel Viñals consideran que el principio de acuerdo en el Congreso para endurecer las penas contra los conductores borrachos y drogados que provoquen accidentes con víctimas mortales o graves demuestra que están «más cerca de una ley más justa» y esperan que la reforma del Código Penal en materia de seguridad vial se traduzca en una justicia más digna.
Optimistas, pero con prudencia. Así se mostraron ayer Cati Escandell y Ramón Viñals, padres de la peatona y el ciclista atropellados mortalmente el año pasado por conductores drogados, tras conocer a través de los medios de comunicación parte del borrador con el que trabaja la ponencia del Congreso encargada de reformar el Código Penal en materia de seguridad vial y que previsiblemente se votará el próximo lunes. Fuentes parlamentarias explicaron anteayer a Europa Press que contará con el acuerdo de la mayoría de los grupos. Para Escandell y Viñals, este preacuerdo demuestra que ahora existe «voluntad política» para endurecer las penas contra aquellos que van bebidos y/o drogados al volante.
«Nosotros estamos dando caña para que se aumenten las penas a los conductores borrachos y drogados. No estamos con ningún partido político, queremos que lleguen a un acuerdo», insistió ayer Escandell tras ser preguntada por este diario por el borrador con el que trabaja la ponencia del Congreso.
Sin embargo, tanto Escandell como Viñals remarcaron que no entienden que para aplicar la pena de nueve años tengan que verse implicadas más de dos víctimas. «¿Si se mata a una persona no pasa nada y si son dos el castigo es de nueve años? No nos acaba de cuadrar y preferimos esperar a que se vote este borrador la semana que viene , probablemente el lunes», señaló Viñals.
Asimismo, valoró que los políticos tengan en cuenta a las familias a la hora de tomar decisiones. «La reforma del Código Penal es para conseguir mejoras, no ya para nosotros, ya que no podemos cambiar nada, pero sí para el futuro. Vamos a seguir luchando, sobre todo por los ciclistas, que están muy desprotegidos», recalcó el padre del ciclista atropellado mortalmente en abril del año pasado y cuyo conductor fue condenado sólo a tres años y cuatro meses de prisión.
Por último, el secretario general de la Asociación de Ciclistas Profesionales, Alfonso Triviño, que leyó el manifiesto en la concentración del pasado 13 de octubre , explicó a este diario que el objetivo es que se eleven las penas en «uno o dos grados» y que están a la espera de lo que se decida próximamente.
