El comandante Enrique Gómez Bastida, «gallego que ejerce de gallego», nació en Cartagena en 1977, aunque es de Narón (A Coruña). Con 40 años asumió en diciembre de 2017 la jefatura de la Guardia Civil en Ibiza y Formentera. Su primer empleo fue el de teniente en el puesto principal de Salou. En 2004 trabajó en la sección de Medio Ambiente de la Unidad Central Operativa (UCO), en Madrid. En 2007, ya como capitán, pasó a ser responsable del grupo contra homicidios y secuestros de la UCO. En 2010 trabajó seis meses en Afganistán como asesor del ministro del Interior afgano en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico. Después pasó al grupo de drogas de la Unidad Técnica de Policía Judicial, también en Madrid, en el área de análisis de información,coordinación y cooperación internacional. En abril de 2013 se incorporó como responsable de investigación e inteligencia a la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (Aepsad). En 2014 fue nombrado director de esta agencia, donde permaneció al mando hasta 2017. En esta etapa llevó a cabo la operación Puerto, la más importante de las realizadas contra el dopping.

Ha pasado usted su primera temporada en Ibiza. ¿Qué le ha parecido? ¿Alguna sorpresa?

A lo mejor lo que más me ha sorprendido ha sido la acogida, tanto personal como profesional, por parte de las empresas, los vecinos... Ha sido algo especialmente hospitalario.

Y ahora que ya ha visto cómo van las cosas aquí, usted qué cree que hay más en la isla, ¿droga o hipocresía?

No tengo medidor ni de droga ni de hipocresía. (Risas). No tengo respuesta a esa pregunta.

Pero en algunos casos, como en el del óxido nitroso (gas de la risa), ¿cree que hubo dejadez?

No creo que haya tolerancia social, porque con el gas de la risa, igual que con otro tipo de drogas, sí existe una exigencia por parte de los vecinos. En el caso del óxido nitroso había una exigencia de que se hiciesen actuaciones policiales, ya que es algo muy llamativo en zonas especialmente turísticas, como el paseo de Sant Antoni. Tolerancia social no creo que haya.

Se han tardado años en intentar frenar el consumo del gas de la risa. ¿Por qué este año sí?

De los años anteriores no conozco ni las causas ni los índices de consumo. Sí que es cierto que este año hay una demanda social por parte del Ayuntamiento de Sant Antoni, también por parte de las asociaciones vecinales y de sectores económicos, como los pequeños comercios o los hoteleros de Sant Antoni. Exigen una actuación sobre algo que parece que es excesivamente alarmante, con impunidad en cuanto a la venta y consumo en la vía pública, en zonas que perjudican la imagen de la bahía de Sant Antoni, y de toda Ibiza en general. A eso hay que sumarle que este año, no sé los anteriores, se han emitido reportajes sobre el óxido nitroso, y sobre comportamientos que llaman mucho la atención, con lo cual parecía lógico establecer un dispositivo, que se actuase bien desde un punto de vista administrativo o bien desde un punto de vista penal, dependiendo de la situación. Todo en estrecha colaboración con la Policía Local de Sant Antoni, que ha hecho un trabajo excelente en el desmantelamiento de puntos de venta de óxido nitroso en los paseos. Pero no sé qué se hacía en años anteriores, y desconozco los índices.

¿Cuáles han sido entonces sus caballos de batalla este verano?

Los temas principales son los taxis pirata, la prostitución y el óxido nitroso, tanto por quejas de vecinos como por quejas de las administraciones, que exigen actuaciones. Son tres realidades muy visibles en la isla que llaman mucho la atención. El tema de los taxis pirata fue una prioridad que nos marcamos desde el inicio. Preocupa a las administraciones, al sector del taxi y también a AENA, porque afecta mucho al aeropuerto, una infraestructura crítica, ya que es la principal puerta de entrada de turistas a la isla. No parece lógico que la primera imagen que tengas de la isla sean los taxistas pirata, un sistema donde se ve a gente deambulando por el aeropuerto sin ningún cometido [aparente].

¿Cuántos taxistas pirata calcula que trabajan en el aeropuerto?

Vosotros habéis publicado la relación del fenómeno de los taxistas pirata con otra tipología penal, es decir, con el ofrecimiento de drogas y también su vinculación con grupos criminales. Pues bien, desde mayo hemos llevado a cabo un dispositivo específico para detectar taxis pirata en el aeropuerto. Creo que hemos conseguido reducirlo mucho respecto a otros años. Hemos intervenido más de 113 vehículos e identificado a más de 200 personas en el aeropuerto que realizaban esta actividad. Es decir, cuando trabajamos sobre los taxis pirata no estamos trabajando sólo sobre un problema de transporte o de circulación, sino sobre grupos organizados que vienen a realizar ciertas actividades en la isla que no son sólo de transporte. Es algo que tiene repercusión en el índice de delincuencia de toda la isla.

¿Y con el gas de la risa?

Lo mismo ocurre con la venta de óxido nitroso en los paseos [de Sant Antoni]. Con independencia de que sea más o menos dañino, que lo es, es algo que está asociado al policonsumo. Es decir, el que compra óxido nitroso no compra sólo eso, [ya que] forma parte de una experiencia de consumo de sustancias. Es algo que está vinculado a las drogas de diseño o al consumo de cocaína o heroína. Permitir que eso se venda en la vía pública es abrir una puerta a otros tipos de droga en la misma vía pública y con total impunidad. Las demandas que tenían los vecinos y los diferentes sectores económicos y empresariales, y también las administraciones para actuar contra la venta de óxido nitroso son una exigencia completamente lógica.

Este año ha habido dos homicidios en la isla, ambos en Sant Antoni. ¿Están relacionados con el consumo de drogas y, en concreto, con el óxido nitroso?

Los dos homicidios están relacionados con alteraciones del orden público, uno en una vivienda y el otro en la vía pública. Viene precedido por un elevado consumo de alcohol y de drogas. Hay que dar importancia al hecho de que la tolerancia, por parte de todo el circuito, de permitir determinados comportamientos, puede derivar en este tipo de desenlaces.

¿Y la prostitución?

En cuanto a la prostitución ha habido muchos reportajes nacionales e internacionales sobre este tema en determinadas zonas de Ibiza. Es otra exigencia de los sectores económicos y de las administraciones. En una situación de alegalidad, sí parece lógico, por las vinculaciones que tienen con otros tipos de actividades delictivas, que se realicen actuaciones por parte de la Guardia Civil de forma sistemática. Así que esos son los tres dispositivos que hemos establecido en diferentes momentos: taxis pirata todo el año, prostitución en la segunda mitad de la temporada y óxido nitroso en la primera.

Hurtos y robos suman la mayor parte de los delitos de la isla. ¿Cómo estás las cifras?

Este año hay un fuerte descenso de los delitos contra el patrimonio, aunque esto, a quien ha sido víctima de estos delitos, no le consuela. Pese al descenso y pese a haber aumentando los dispositivos, nunca se puede estar satisfecho del todo. Estos son los delitos más frecuentes y que más daño hacen, lo que realmente genera alarma social. Desde mi puto de vista, los delitos contra el patrimonio son muy preocupantes. Aunque uno crea que el tráfico de drogas, que puede resultar muy evidente, sobre todo en temporada, con muchos puntos de venta, no creo que se pueda comparar [con lo que se siente] cuando alguien, estando dentro de su casa, o con sus hijos, o cuando uno llega a casa con su familia y se encuentra que han revuelto el dormitorio de sus hijos.

La capitana de la policía judicial Bettina Karbe-Giannakoulopuolus investiga en Alemania el crimen organizado y este verano trabajó un mes en la isla en el programa Turismo Seguro. Dijo que sabía de narcos importantes con casa en la isla y añadió que en Ibiza viven «muy tranquilos». ¿Pueden seguir tranquilos?

Habrá [también] delincuentes que viven muy tranquilos en Alemania. Ya que [la capitana] tenía tan clara esa información sería cuestión de intercambiarla. Sería grato recibir esa información por escrito por parte de la capitana que estuvo aquí, en Santa Eulària.

Hace años se denunció que Ibiza servía de almacén para grandes alijos de droga que después se iban distribuyendo por Europa. ¿Sigue ocurriendo así?

Eso ha ocurrido en el pasado. Soy jefe de una compañía territorial y que nos dedicamos fundamentalmente de la seguridad ciudadana. Cuando hablamos de este tipo de organizaciones criminales estamos hablando de unidades especializadas de policía judicial de nivel superior. La prioridad de la compañía no son los grandes narcotraficantes que pudiese haber o no en la isla, sino lo que afecte directamente a la población, que son los delitos contra el patrimonio, contra la libertad de las personas, contra la libertad sexual o bien el consumo interno en la isla que puede estar afectando a nuestros jóvenes y a nuestros turistas, y que perjudica a la imagen de la isla en cuanto destino turístico.

Ibiza tiene fama de atraer a criminales que compran propiedades con dinero negro. ¿Estos supuestos delitos de blanqueo se investigan desde aquí?

Se investigan por unidades superiores, como puede ser la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Palma, o por unidades centrales de distinto ámbito. Lo que puede hacer la Guardia Civil de Ibiza es apoyar ese tipo de investigaciones sobre el terreno. Lógicamente, nuestra prioridad es la seguridad ciudadana. Para investigar el crimen organizado se utilizan técnicas y unidades especializadas.

Otros años se denunció que, por la falta de agentes, hubo turnos en temporada en los que sólo había una patrulla para toda la isla. ¿Este año también ha ocurrido? ¿Hacen falta más agentes?

Eso no ocurre. Que siempre se demanden más agentes en temporada alta me parece lógico. Ocurre con todo, con cualquier servicio público o empresa, pero que haya picos de actividad no significa que estemos mal dotados en cuanto a plantilla. Tenemos una plantilla suficiente.

Usted ha emprendido una reestructuración de algunas unidades, ¿cómo está el equipo de policía judicial?

Bien, gracias. Ha habido reestructuraciones, lógicamente, porque hay que gestionar los recursos de los que se disponen para aprovecharlos. Se han hecho modificaciones y eso ha permitido obtener un mayor potencial de servicio y aprovechar mejor los agentes que tenemos en la isla.

¿Hay fecha para la construcción de un cuartel en Sant Josep?

Guardia Civil está trabajando con el Ayuntamiento de Sant Josep y con las diferentes entidades locales para conseguir unos terrenos o un edificio donde construir.

¿Cree que Ibiza tiene entidad suficiente como para ser una comandancia?

Hay una comandancia por provincia. Sólo hay dos excepciones, y proceden del origen mismo de la Guardia Civil, con lo cual no creo que fuese lógico que en un comunidad uniprovincial hubiese varias comandancias. La compañía [de Ibiza] tiene recursos suficientes. Incrementar el nivel no significa necesariamente funcionar mejor. La comandancia, que está en Palma, [nos] apoya con sus recursos.

Usted fue el responsable de la operación Puerto, una gran investigación de la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (Aepsad). ¿Cómo está el asunto en la actualidad?

Hubo juicio y condena, se recurrió y se absolvió. La situación en la que está en la actualidad es que la agencia mundial [contra el dopaje] ha recurrido al Constitucional para que se autorice a identificar el ADN de las diferentes muestras de sangre que se habían intervenido.